Solicitar un financiamiento, no necesariamente se limita al momento en que un negocio llega a tener poca solvencia o está en peligro de desaparecer; pues en algunos casos, es una forma de obtener dinero para lograr un crecimiento y al mismo tiempo seguir teniendo un buen estado financiero.
Este se convierte en una buena decisión de negocios cuando el dinero se utiliza para solventar ciertas acciones que tengan como fin impulsar tu pequeña o mediana empresa y que tus ahorros, utilidades e ingresos permanezcan estables. Pero además de esto, a continuación te diremos exactamente qué beneficios puede traerte el solicitar un financiamiento para tu pyme y en qué modalidad te conviene más ¿corto o largo plazo?
Beneficios de solicitar un Crédito
Crecimiento
Al dirigir tu préstamo a estrategias que hagan que tu negocio pueda crecer en número de clientes, empleados, sucursales o canales de venta, podrás tener un mayor éxito. Pues además de tener un fin establecido para el dinero, la cantidad total que obtendrás te permitirá trabajar a una escala pertinente y de calidad. Incluso puedes llevar a cabo más de una sola estrategia y así conseguir múltiples resultados favorecedores para el crecimiento en general de tu negocio.
Flujo de dinero continuo
El flujo de dinero dentro de tu negocio podrá continuar de una manera estable ya que no estarás utilizando parte de tus ingresos y utilidades para este tipo de gastos que normalmente son altos sino el dinero de tu nuevo financiamiento. Es decir, la liquidez que tienes para operar y correr con los gastos fijos permanecerá, mientras que al mismo tiempo el flujo tiene mayor oportunidad de incrementar de manera en que tu negocio vaya creciendo con las estrategias que tienes planeadas.
Se construye un historial crediticio
Un beneficio importante que deberías de tomar en cuenta al solicitar un financiamiento, es que, este puede abrir paso a la creación de un historial crediticio específicamente para tu negocio. Logrando así, separar tus finanzas personales y obtener mejores condiciones de crédito a futuro en cuanto a monto, interés y plazo. Ya que los productos financieros se diseñan de distinto modo tanto para una persona como para una empresa. Es decir, cuando pides un crédito para un negocio con su propio historial, se puede evaluar el riesgo de manera distinta. Ya que la capacidad de pago que genera una empresa es mucho mayor y permite a las instituciones ofrecer montos grandes a plazos y porcentajes de interés más considerables.
¿Corto o largo plazo?
Para que el financiamiento siga siendo una buena decisión de negocios debes pensar que plazo te conviene. Por ejemplo, para una estrategia que se puede implementar de manera rápida un plazo corto es ideal, ya que al finalizar la ejecución es probable que también termines de liquidar el total del préstamo, así no cargarías con la deuda por un tiempo mayor del que te fue útil. Es decir, el plazo debes escogerlo de acuerdo al tiempo que tardas en realizar la estrategia que requiera tu negocio ya sea para crecer o para tener mayor liquidez.
Te recomendamos que evalúes el plan de estrategias a realizar antes de que solicites el financiamiento. Pues así podrás elegir la oferta que se adecué a las necesidades reales que tienes. En el plan incluye el tiempo estimado que tardará la ejecución, el presupuesto y el cálculo de la capacidad de pago con la que cuentas. El conjunto de esta información te ayudará a determinar qué cantidad necesitas y qué cantidad puedes pagar sin arriesgar tu estado financiero.