La inversión inicial es el capital necesario para poner en marcha un negocio o proyecto. Incluye costos como la adquisición de equipo, insumos, renta de local, trámites legales y estrategias de marketing.
Su correcta planificación permite optimizar recursos, reducir riesgos y garantizar la viabilidad del negocio en sus primeras etapas. Contar con financiamiento adecuado puede facilitar el crecimiento y estabilidad de la empresa desde el inicio.