¿A quién le importa lo que dice la publicidad? A cada persona que le preguntas si es víctima de la publicidad te dirá que no, pero las empresas siguen haciéndola porque la publicidad DA RESULTADOS. Aunque la gente te diga que no, viven envueltos todos los días en decisiones influidas por anuncios, opiniones y carteles.
Quizá tu negocio es muy pequeño como para andar pensando en un espectacular o en anuncios pagados en internet. Pero eso no significa que no puedas publicitarlo.
Vamos a ver, existen muchísimos profesionales de la mercadotecnia y la publicidad que te cobrarían millones para aconsejarte y montar una campaña para una empresa. Eso no es lo que estamos buscando. Lo que queremos aquí es darte herramientas aleatorias que nadie antes de ha dicho.
1er Paso
El primer paso para saber qué tipo de publicidad necesitas es analizar a tu target, a la gente a la que está destinado el producto: edad, sexo, hábitos, estatus social, horarios, etc. Y según lo que salga de ese análisis, vas a decidir qué tipo de publicidad necesitas. Los que venden dulces afuera de una escuela la tienen muy fácil…
2do Paso
El segundo paso es ver cuánto dinero estás dispuesto y es conveniente invertir en eso. Si no cuentas con eso Konfío te ofrece los créditos. Es dinero que debe regresar, por eso se le llama inversión. Y lo único que pretendemos es que vendas más.
El último paso es decidir qué necesitas. Pon una lona, un letrero, luces. Pon anuncios en las redes sociales. Monta tu página web. Hay miles de formas en las que puedes darte a conocer. Elige la más adecuada y dentro de tus posibilidades.
La publicidad siempre es una de las decisiones más complicadas incluso a nivel corporativo. ¿Qué pasa si no sirve? Pues no sirve y punto… Pero si sirve, vas a tener muchas ganancias. Hay que encontrar el equilibrio entre lo considerable y lo suficiente. No le metas a la publicidad más dinero del que creas recuperar de forma ordinaria.
