Lecciones de X-Men que te harán mejor empresario

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Lecciones de X-Men que te harán mejor empresario

A unos días del controvertido estreno de la película X-Men: Dark Phoenix, con la que concluirá la saga de los mutantes, este lunes 13 de mayo se conmemora el X-Men Day para poner fin al legado de la franquicia en la industria cinematográfica.

Casi 20 años han pasado desde que el director Bryan Singer llevó por primera vez a la pantalla grande, el 13 de julio del 2000, al grupo de jóvenes mutantes, encabezados por el profesor Xavier.

Es por eso que aprovechamos la fiebre que hay en torno al X-Men Day para contarte esas lecciones que 20 años y 11 cintas alejadas de la estrategia de Marvel Studios nos han dejado. Eso sí, mantén la calma pues a diferencia del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), aquí aprenderemos un poco más de los errores que nos ha mostrado la saga.

Comienza fuerte y deja una grata impresión

Aunque muchos atribuyen al Spiderman de Sam Raimi (2002) el inicio del ‘boom’ de superhéroes en la pantalla grande, fue con el estreno de X-Men el 13 de julio del 2000 donde comenzó a nacer lo que hoy en día es un éxito en todos sentidos.

X-Men fue la primer y más importante película del inicio de Marvel en la pantalla grande contemporánea. Con dudas y un público desacostumbrado a este tipo de ‘producto’, 20th Century Fox decidió apostar por algo innovador resultando en una película diferente que atrajo a muchos curiosos al mundo de los cómics.

Las cosas funcionaron mejor de lo esperado y tras el éxito de la primer cinta, Fox decidió que sería buena idea contar con dos secuelas que dieron forma a una trilogía.

El problema fue que una mala planeación y visión a futuro hizo que esta saga, a diferencia de lo que hoy vimos con Avengers, muriera rápido.

En la tercera entrega vimos como varios personajes principales murieron, al igual que la historia. Al final la tercer cinta, que logró convertirse en la más taquillera hasta entonces, terminó siendo olvidada gracias a Spiderman de Tobey Maguire.

Si trasladamos el fugaz éxito obtenido por 20th Century Fox al mundo empresarial, podemos ver como el principal error fue no haber tenido la visión de generar un ‘producto’ a largo plazo, esto a pesar de las ganancias que dejó una a una las cintas de X-Men.

X-Men regresa, pero muy lejos de su ADN

X-Men: The Last Stand, estrenada en 2006, fue la última cinta de la trilogía mutante. Después, tuvieron que pasar tres años para que 20th Century Fox se diera cuenta de lo que habían dejado pasar.

Así, en 2009 nació lo que sería un ‘reinicio’ en la saga. De la mano del director Gavin Hood y el actor Hugh Jackman se filmó X-Men Origins: Wolverine, una cinta que buscó recuperar lo perdido, pero que terminó siendo el inicio de varias cintas controvertidas y ‘forzadas’.

Aunque en ganancias obtenidas no hablamos de la peor película de Marvel en cines, si se puede decir que X-Men Origins fue un desastre artístico en todos sentidos.

Los fans, que estaban ansiosos de volver a ver a sus mutantes favoritos se dieron cuenta de que a Fox nada le importó la continuidad y calidad, lo importante era ahora poder seguir exprimiendo esa fuente de ingresos.

Este punto muestra un error común de muchos negocios. Cuando el éxito está a la mano, muchos emprendedores deciden ignorar la calidad del servicio y al ‘cliente’, yéndose más por los billetes que se pueden generar.

Aprende de tus errores, como lo intentó Fox

Ya con el inicio del MCU de los Avengers y el fallido intento X-Men Origins, en 2011 llegó X-Men: primera generación y en 2013 The Wolverine, dos cintas que buscaron renacer la saga, pero que fallaron.

Los malos resultados en taquilla y la dura competencia con Disney hicieron que Fox tomara la decisión de traer a un viejo conocido: Bryan Singer. Ese director, quien fuera el primero en dar vida a los mutantes en el cine, tomaba de nueva cuenta la dirección trayendo el re-reinicio de las historias con X-Men: Días del futuro pasado (2014).

Así, con el recurso de los viajes en el tiempo, Fox y Singer lograron darle un tercer respiro a X-Men logrando que ese ‘producto’ volviera a competir un poco con el MCU. Aunque había errores y faltas de continuación, esta cinta sí logró que la historia viviera unos cinco años más.

Piénsalo bien, luego del éxito y el error, viene el arrepentimiento y las ganas de querer redimirse con el consumidor. Esto es una gran lección de cómo un negocio debe siempre planear a futuro, pero también no olvidar a quien lo llevó al éxito: sus clientes.

Disney compra Fox y buscará hacerlo mejor

El re-reinicio de la saga trajo consigo cintas como Deadpool 1 y 2, Logan, X-Men: Apocalipsis y ahora la última cinta X-Men: Dark Phoenix. En total 20th Century Fox produjo 12 cintas de Marvel que nunca lograron siquiera acercarse a lo construido por Disney.

Dark Phoenix supone ahora la última entrega realizada por Fox ya que en 2017 se anunció la compra de esta empresa por parte de su competidora Disney, transacción que fue completada este 2019 con el pago de 71 mil 300 millones de dólares.

Desde el estreno de Iron Man 1 en 2008, Disney vio la oportunidad de ir generando contenido que atrapara a una generación, llegando hasta las cifras que ha logrado Avengers Endgame. Pero el plan no termina ahí.

Sabiendo que aún se puede exprimir el producto Marvel, Disney optó por invertir y comprar a uno de sus competidores para, entre muchas otras cosas, acrecentar sus opciones para el MCU. 19 años de X-Men terminan este 2019, pero seguramente llegarán más cintas, ahora bajo la operación de la empresa de Mickey.

Casi 20 años de historia de Fox y su producto X-Men deja a los nuevos emprendedores lecciones de cómo se puede obtener el éxito creyendo en un producto, pero también de cómo puede una mala planeación terminar con millones de dólares de ganancia y dejar el camino libre a la competencia.

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