Contar con una Terminal Punto de Venta (TPV) en el negocio puede hacer la diferencia entre aumentar las ventas y crecer, o rezagarse ante la competencia y enfrentar otros riesgos que pueden llevar a pérdidas.
Más de 233 millones de tarjetas de crédito y débito estaban vigentes hasta el cierre de 2023, de acuerdo con datos del Banco de México (Banco de México). Alrededor de 195 millones correspondían a débito y unas 37 millones a crédito.
Este volumen es una muestra del cambio en el comportamiento de empresas y consumidores. Una tendencia mundial en que los cobros más altos y rentables se pagan con medios electrónicos debido a su seguridad y agilidad.
El otro aspecto son las TPV, para recibir el pago con tarjeta. En el país se contaban casi 1.5 millones de terminales de pago hasta junio de 2023. Esto sin mencionar los aparatos de los agregadores y adquirentes no bancarios que eran más de 4 millones hasta el mismo mes.
Se trata en total de casi 6 millones de dispositivos que reciben pagos con tarjeta, según el “Informe anual sobre el ejercicio de las atribuciones conferidas por la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros”.
Oportunidades en el mercado de pago
Estas condiciones se tratan no sólo de una tendencia, sino una oportunidad con un potencial por aprovechar. México todavía no toca techo, en 2022 los propietarios de una tarjeta de crédito eran el 11.2%, un crecimiento de casi 2% en cinco años, de acuerdo con datos del Banco Mundial. Está por debajo de otros países de la región como Uruguay, Argentina, Chile o Venezuela, que están sobre el 19% y, más lejos de Canadá, que encabeza la lista con 83%.
En el aspecto empresarial sólo el 45% de las empresas aceptaban pagos con tarjeta en 2020, según la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN). Una cifra superior en 10 puntos porcentuales a la observada en 2017 pero insuficiente si se considera la cantidad de plásticos en circulación y las ventajas de usarlos.
Tanto empresas como sus clientes están migrando a un modelo de transacciones digitales, la disminución en el uso de efectivo y la adopción de tarjetas y terminales. Unirse a esta tendencia, significa sobre todo para las empresas medianas, construir una ventaja competitiva hacia el futuro cercano.
Terminales de pagos para pymes
Las empresas más grandes ya han ido encontrando usos para mejorar la experiencia de sus clientes. Algunos de sus casos pueden servir como ejemplo para empresas medianas y pequeñas, a la hora de sumarse a la cultura del pago cashless.
- Motivar al cliente a pagar en la sucursal: las tiendas por departamentos se enfrentaban hace años a los clientes que abandonaban la fila de pago por el tiempo de espera.
La gestión del efectivo, contar billetes y monedas, es un trabajo demorado, una vez el cliente ya tenía interés, había seleccionado los artículos y estaba dispuesto a pagar, se iba.
Las terminales de pago cambian la situación, aceptar pagos de todas las tarjetas disminuye el tiempo. En varios países, el sistema ha llegado hasta el autoservicio o en separar la larga fila del efectivo, por la corta donde están las terminales de pago. - Agilizar el cobro al despachar: en los sectores que trabajan con la logística urbana, se suele cobrar la mercancía por transferencias que suelen tomar días, requerir comprobantes y alargar los procesos contables.
Una terminal que pueda llevarse al momento de despachar, significa una transacción en el momento, directo a la cuenta de la empresa y, en el caso de Konfío, la opción de ofrecer el pago a meses sin intereses. - Control del ingreso de ganancias: las terminales de cobro registran las transacciones con un detalle imposible para el efectivo, al menos sin un largo trabajo manual. De este modo, para cualquier caso, se puede llevar un mejor control de las ganancias.
En el caso de las terminales de Konfío, este registro se puede ver en la app donde se concentra toda la información de los pagos recibidos y comisiones.
Para que las empresas medianas y grandes puedan acceder a beneficios que hoy solo tienen los grandes corporativos, las terminales punto de venta permiten que las pymes puedan delegar los cobros, acceder una menor comisión por transacción de acuerdo con la facturación y giro del negocio, así como la facilidad de recibir las ganancias en el banco de preferencia de la empresa.