
Se registran más de 25 mil establecimientos dedicados a la agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza, en el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del Inegi.
Estas son un conjunto de actividades fundamentales no sólo por su impacto en la vida y el desarrollo en el país, sino también por su contribución a la economía.
El campo es uno de los renglones más relevantes en la balanza comercial de México. En 2024 se registraron exportaciones por arriba de 617 mil millones de dólares, de los cuales más de 23 mil millones de dólares correspondieron a agropecuarias, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Empresas agropecuarias e impulso a negocios vinculados
Es posible que el impacto económico de los agronegocios sea mucho mayor al considerar todas las empresas que ofrecen productos, servicios y que se desarrollan en torno a las llamadas actividades primarias.
Dicho impacto se presenta en distintas regiones del país, en donde es común observar parques industriales instalados junto a centros de distribución de grandes tiendas de autoservicio, divididos por amplios espacios de actividad agrícola y ganadera.
Es frecuente la presencia de otros negocios vinculados a las actividades primarias: desde patios de venta y/o renta de maquinaria para trabajar la tierra, hasta comercializadoras de forrajes o alimentos para animales del campo, además de aquellas empresas dedicadas a la venta de abonos y fertilizantes.
La actividad económica en este sector beneficia a otras muchas empresas: constructoras, hoteles, hospitales y restaurantes, sin olvidar las oportunidades que se abren para prestadores de servicios profesionales: ingenieros, arquitectos, administradores, abogados y técnicos expertos en distintas ramas.
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Todo ello a su vez impulsa el desarrollo de micronegocios en las comunidades cercanas, pero también el crecimiento de negocios locales y regionales que compiten con éxito frente a cadenas de tiendas con presencia a nivel nacional, así como a marcas internacionales que aprovechan lugares en desarrollo.
Están las empresas turísticas que han sabido encontrar oportunidades e insertarse en los espacios rurales para crear experiencias particulares y atraer visitantes: cabañas en medio de la naturaleza, viñedos con recorridos y venta de productos, parques y paseos temáticos vinculados a las tradiciones, artículos y servicios locales.
El desarrollo exitoso de las empresas en el campo depende de que exista un ambiente básico de seguridad y certeza jurídica, así como de que los negocios sepan establecer vínculos sólidos con las comunidades, contratando mano de obra y consumiendo productos locales.
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Capital para el impulso de las empresas en el campo
El sector primario de México requiere financiamiento en distintas etapas: para la producción, distribución y comercialización de sus productos, pero también para contar con seguros y operar de manera sustentable.
Los recursos son usados para adquirir insumos, contar con maquinaria y tecnología, así como para desarrollar infraestructura que permitan incrementar la producción, prevenir o reducir pérdidas, y cumplir con los requisitos que se establecen a las ventas y exportaciones agropecuarias.
Comprar insumos, instalar sistemas de riego, rentar maquinaria para arar, contar con fertilizantes y alimento animal, prevenir plagas, definir seguros, contratar personal temporal o tener tecnología para la cosecha, desarrollar y mantener infraestructura según el tipo de ganado, son algunas de las muchas actividades para las que se requiere capital.
Luego están las acciones de acopio, la distribución y la comercialización de los productos, junto con aquellas que exigen vigilar las normas de higiene, calidad y sustentabilidad que abran sin contratiempos el camino a las ventas a nivel local, regional y nacional, así como a las exportaciones.
Las empresas formales que integran la agroindustria en México, así como aquellas que se desarrollan de manera indirecta gracias a las actividades del campo, pueden encontrar en Konfío una alternativa de financiamiento para impulsar sus negocios. Las pymes de este sector pueden solicitar un Crédito Empresarial de hasta cinco millones de pesos: en línea, sin garantías hipotecarias y con tasa fija. Los intereses y las comisiones son 100% deducibles, junto con la flexibilidad de plazos que se adaptan a las necesidades del negocio.