La fluctuación estacional se refiere a los cambios recurrentes en las ventas, producción o demanda de productos y servicios que ocurren durante períodos específicos del año debido a factores como festividades, estaciones climáticas o hábitos de consumo. Este fenómeno afecta la planeación financiera y operativa de las empresas, especialmente en sectores como el comercio minorista, turismo y agroindustria.
Un ejemplo es la “cuesta de enero”, temporada en la que tras los altos gastos de fin de año, el consumo disminuye y muchas empresas enfrentan retos para mantener el flujo de efectivo.
Para las pymes en México, identificar patrones de fluctuación estacional permite ajustar estrategias de inventario, personal y promociones, optimizando recursos y maximizando ingresos en temporadas altas.