No esperes a que por fin sea quincena

Unas palabras que te van a gustar. Trabajas todo el día, todos los días y a todas horas. Apenas te da tiempo para comer. Sales de tu casa a oscuras y llegas cuando ya todos se han dormido. Tu ritmo de vida vertiginoso no te permite otro tipo de actividades que no sea atender tu negocio. Tu vida es tu trabajo.

Sin embargo, seguir ese ritmo de vida durante cierto tiempo puede ser muy desgastante. Y va a perjudicarte en varios aspectos de tu vida. No es justo que tu trabajo empiece a meterse con tu esposa, tus hijos, tu novia, tus amigos, tu salud… Te dejo tres consejos para que equilibres tu vida.

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1. Enlista tus prioridades:

Toma 10 minutos de tu día y escribe todas las cosas importantes en tu vida: tu novia, tus hijos, tus hermanos, tus papás, tu trabajo, tus estudios, tu casa, tu coche, tu perro, etc.

2. Jerarquiza tus prioridades:

Pon en orden esa lista. Hasta arriba lo que más te interesa y por lo que darías tu vida y así ve bajando hasta llegar a tu cepillo de dientes…

3. Sé consistente:

Ya tienes tu lista jerarquizada. Ahora lo que te toca hacer es empezar a hacer los cambios pertinentes para dedicarte a lo que es realmente importante en tu vida. Si tu familia es más importante que tu trabajo, toma medidas.

No dejes que tus actividades diarias te consuman y te hagan perder de vista lo más valioso en la vida. Si tu vida personal, familiar y social están bien, tu negocio irá bien, de eso no puedes tener la menor duda. Sé un hombre completo y feliz en todos los aspectos; tu negocio saldrá adelante porque trabajarás con gusto y motivación.

Por Fernando Barragán

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