¿Es buena idea cambiar el nombre de tu empresa?

No es nuevo asegurar que el nombre es parte fundamental de la imagen de tu negocio. Y es que la denominación no sólo está presente en la cabeza de los clientes, sino también en las relaciones con proveedores, bancos o administraciones públicas.

“No siempre se comprende el papel estratégico que juegan los nombres. Uno bueno comunica claramente el posicionamiento y la personalidad de la marca”, asegura Roberto Álvarez del Blanco, profesor de IE Business School y de New York University.

¿Pero qué pasa cuando se quiere cambiar el nombre de nuestra empresa? Todos cometemos errores, de ellos se aprende, y en el caso de las denominaciones suele ser una apuesta complicada pues si erramos, la mala decisión puede detener el desarrollo del negocio.

¿Es malo querer cambiar el nombre de mi negocio?

Empecemos con que el cambio de nombre de una empresa es algo que puede ser beneficioso, o quizás perjudicial. Es por esa razón que si tienes en mente cambiar la denominación, debes estar seguro de las consecuencias que eso pueda tener y claro, pensar bien el nuevo nombre.

Recuerda que una Pyme debe esforzarse al máximo en elegir un nombre que resuma lo que hace y qué es lo que la diferencia de la competencia. Los expertos recomiendan que en esa tarea creativa no hay que caer en convencionalismos ni extravagancias pues un apelativo demasiado raro no suele funcionar, salvo en ciertas excepciones.

Un consejo que los expertos dan a los emprendedores es que el nombre siempre tiene que apelar a la profesionalidad y calidad, esto porque una denominación poco seria o que dé la sensación de productos de baja calidad hace que el cliente rechace esa empresa.

¿Por qué debería cambiar el nombre de mi empresa?

Una de las principales razones que impulsan a un emprendedor a cambiar el nombre de su negocio es que los clientes no sepan a qué se dedica la empresa o tengan la sensación de que no es demasiado buena. En esos casos es bueno replantear el nombre pues se trata de un freno a la expansión de una Pyme.

Sin embargo, es bueno que tengas en cuenta que actualmente existen más de 14 millones de nombres registrados a nivel mundial. Elegir uno bueno no es fácil, en especial porque el más idóneo puede que ya esté usado en otra empresa.

¿Cómo probar antes el nuevo nombre de la empresa?

Muchas marcas, para asegurarse de que el nuevo nombre sea el correcto, prueban la denominación dentro del mercado objetivo: vecinos de la zona, proveedores o posibles clientes del área geográfica donde la empresa pretende expandirse.

Con ese “truco”, se puede comprobar si resulta atractivo y si consigue resumir qué es la empresa y a qué se dedica, así como si no es difícil de memorizar, de fácil pronunciación y escritura.

Si tu decisión ya está tomada, mantente firme, pero analiza cada aspecto y riesgo. Recuerda que rectificar no es malo, sobre todo si la solución ayuda a tu empresa a tener un segundo aire con el que ingresarás a otros mercados que te darán la entrada a novedosas oportunidades económicas.