Cuando logras obtener un crédito para capital de trabajo, debes administrarlo adecuadamente para así aprovechar estos recursos con el fin de impulsar tu negocio. Lo recomendado por expertos en el tema, es que te apegues a un plan para que puedas identificar en qué se está utilizando y cómo reditúa en los ingresos. Además, te ayudará a tener presente la forma en que vas liquidando tu crédito y que este funcione como una herramienta de crecimiento.
A continuación, te diremos cómo manejar tu crédito para que esta nueva oportunidad te beneficie.
#1 Fijar los objetivo principales y el plan
Seguramente lo que te llevó a solicitar el préstamo fue una necesidad en específico, así que ahora que lo tienes, define el objetivo para poder empezar tu plan. Esto te ayudará a darle prioridad al uso del crédito y poder controlarlo. Adicional, puedes incluir alguna otra meta que también quisieras realizar para tenerla en cuenta, en dado caso de que el crédito te rinda.
Seguido de esto, debes especificar las estrategias necesarias, describe paso a paso cada una de las acciones. Incluye responsables y datos de proveedores según sea necesario. Fija el plazo en el que debes cumplirlo y detalla las fechas de entrega. Compártelo con los colaboradores implicados para tener una buena coordinación y así conseguir los resultados que esperas.
#2 Establecer el presupuesto
Al mismo tiempo en que vayas definiendo las estrategias, plantea un presupuesto que desglose el costo por cada concepto que sea necesario para cumplir tus objetivos. Puedes ayudarte de una hoja de excel o alguna otra herramienta para diseñar planes. Distribuye el dinero y determina los alcances que puedes lograr con el capital de trabajo que obtuviste. Si ves que este tiene un buen rendimiento, tratar de aprovecharlo para invertir más. Ya sea que puedas permitirte aumentar el presupuesto o comenzar con tu siguiente objetivo.
Dentro de este incluye también los pagos estimados que debes cumplir para poder liquidar tu crédito. Así tendrás presente el total de gastos que tendrás mientras lo utilizas y poder administrar eficientemente los recursos. Recuerda que para que el financiamiento sea una herramienta, debes utilizarla a tu favor. Por ejemplo, al ser un cliente puntual, evitarás generar intereses moratorios y que el costo del crédito aumente. Incluso pueden aumentar tu préstamo o disminuir los intereses y comisiones.
#3 Controlar las entradas y salidas
De acuerdo a lo que estableciste en tu presupuesto verifica los gastos. Y de acuerdo a tu plan, inspecciona las entradas que pudiste recibir gracias a la inversión. De ser necesario realiza ajustes en cuanto antes para que sigas el plan. Y si llegas a enfrentarte a algún imprevisto, evalúa la situación y toma decisiones convenientes tanto para tu crédito como para tu negocio.
#4 Medir el rendimiento
Cómo último paso, está el medir el rendimiento, lo que se refiere a que identifiques de qué forma está redituando el uso del crédito en tu negocio. Si está beneficiándose, continua aprovechando para generar mayores ingresos y crecer. Y si aún no obtienes resultados, ajusta tu plan para que las estrategias funcionen de manera más acelerada.
Dentro de nuestro “Reporte sobre crédito y crecimiento de las pymes”, logramos conocer que la mayoría de los empresarios que reciben un crédito para su negocio lo enfocan para poder cubrir necesidades a corto plazo. Lo ideal es que también puedas invertir tu capital de trabajo en aquellas estrategias que generen un valor a futuro para mejorar tu modelo de negocio así continuar escalando su crecimiento.