La tasa de combustión es un indicador financiero que mide la velocidad a la que una empresa consume su capital disponible o flujo de efectivo para cubrir sus gastos operativos, especialmente en startups o empresas en crecimiento.
Este cálculo ayuda a evaluar cuánto tiempo puede operar la empresa antes de quedarse sin fondos, con base en sus costos actuales y sin ingresos adicionales.
Una tasa de combustión baja indica mayor sostenibilidad financiera, mientras que una alta sugiere riesgo de agotamiento del capital. Se calcula con la siguiente fórmula:
Tasa de combustión = efectivo disponible al inicio del periodo – efectivo disponible al final del periodo / duración del periodo (en meses)