Gracias a movimientos sociales como el #Metoo se logró que más personas tomaran conciencia de las conductas sexuales inapropiadas, dando paso a evidenciar la necesidad de que las empresas cuenten con protocolos para prevenir y combatir el acoso en todas sus formas.
Toma en cuenta que sólo el 79.1% de los casos de violencia laboral contra las mujeres sucede en los centros de trabajo, y ésta suele ser emocional (48.45%) o sexual (47.9%), según datos del Inegi (algo muy preocupante).
El problema es que estas cifras no son nuevas, más bien hasta hace unos meses se trataba de un tema sobre el que las compañías preferían tener una posición conservadora evitando problemas al interior y claro, al exterior para no dañar la imagen.
Se acabará el silencio en México
Aunque la práctica más usual cuando ocurría un caso de acoso era callar, pronto será una realidad que ya no se podrá ignorar el problema. En los próximos días se harán oficiales las reformas a la Ley Federal del Trabajo, la cual contempla duras sanciones a las empresas que no tengan protocolos contra el acoso sexual
Estas reformas, que ya fueron aprobadas por la comisión de Trabajo en el Senado, contemplan castigos para el patrón que cometa o tolere actos discriminatorios o de hostigamiento sexual hacia sus trabajadores con multas que van desde los 21 mil hasta 422 mil pesos, según el Artículo 994.
También se obligará a las empresas, de acuerdo al Artículo 132, a implementar protocolos que prevengan y atiendan casos de violencia y acoso sexual, de acuerdo con el Artículo 132.
¿Cómo puedes evitar el acoso sexual en tu empresa?
Claro que las formas de combatir el acoso y hostigamiento dependerán de cada empresa; sin embargo, existen actualmente diferentes prácticas que grandes corporativos han llevado a cabo para evitar a toda costa los casos de abuso.
Empresas como Samsung o Google decidieron combatir el acoso integrando entre sus empleados con programas de capacitación sobre inclusión y contra el acoso. Estos programas ya son obligatorios para todos los empleados.
Junto a los cursos, otras empresas han optado por complementar sus acciones con protocolos que busquen atender y detener de inmediato cualquier caso de hostigamiento y acoso sexual. La llamada ‘tolerancia cero’ a este tipo de prácticas.
En instituciones como Samsung, el protocolo consta de que la víctima de acoso no sea la única que pueda denunciar. Si alguno de los compañeros de esta detecta algún tipo de hostigamiento, este puede levantar la voz para que haya registro y se apoye a la víctima.
Luego la víctima y los posibles compañeros involucrados son entrevistados; se recolecta evidencia como correos electrónicos o capturas de pantalla de mensajes de texto, hasta grabaciones de seguridad y se da seguimiento hasta resolver el caso con sanciones que van desde multas hasta que el o la responsable sean despedidos y fichados.