Probablemente la mayoría de las personas están acostumbradas al modelo más tradicional de empleo que tiene que ver con trabajar para alguien a cambio de un salario fijo mensual. A eso se le conoce como empleado o asalariado, un modelo de trabajo profundamente establecido en nuestra sociedad desde los inicios de la revolución industrial.
Hoy es el modelo de trabajo más común en Latinoamérica, pero eso no quiere decir que sea la única opción. ¿Qué hay de tu vecino que tiene una tienda de abarrotes o de la señora de las copias? Si piensas en ellos, debes saber que probablemente (y seguramente), no están contratados por alguien a cambio de un salario fijo, sino, más bien, tienen su propio negocio del cuál dependen para generar sus propios ingresos.
Ellos son empresarios, igual que el mecánico que tiene su propio taller, el dueño del minisuper de la esquina y hasta un vendedor de una línea de ropa en ecommerce. Todos ellos son emprendedores, dueños de su propio negocio y para bien , dependen de él para sustentar su salario.
Las ventajas del empleado
Cómo probablemente sepas, ser empleado acarrea muchas ventajas. Entre ellas la certeza de recibir un salario fijo mensual o quincenalmente. Es una de las prioridades de muchos, especialmente de aquellos que buscan seguridad y estabilidad.
Además estar contratado implica en México estar afiliado al Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), para efectos de cobertura de salud y también tener un Afore por ley, donde se va destinando un cierta cantidad mensual pensando en el retiro del trabajador.
En general, las principales ventajas del empleado tienen que ver con seguridad y certeza otorgada por el empleador a cambio de estar disponible en los horarios laborables convenidos para proveer los servicios o tareas para las que fue contratado.
En resumen un empleo es relativamente seguro, con prestaciones (además de salud, existen algunas empresas que ofrecen beneficios adicionales), horarios de trabajo establecidos y vacaciones.
Es ideal para quienes prefieren la certeza y tranquilidad de la estabilidad laboral.
Ventajas de ser empresario
Ser empresario es totalmente diferente. Es una montaña rusa, porque no sabemos cómo será el viaje, pero una cosa es cierta: será emocionante.
Si bien hay algo de incertidumbre y sorpresa en la vida de quien decide ser su propio jefe, obliga a la persona a desempeñarse en tareas diferentes, a aprender de diversos aspectos de su negocio cada día y a veces a ponerse el sombrero de cocinero, o de repartidor, de acuerdo a las necesidades del negocio y la visión de cada tipo de emprendedor.
Una de las ventajas de ser empresario es que existe mucha versatilidad, puedes hacer cambios en el camino y ajustar las piezas de tu negocio cada vez que lo creas oportuno.
Si te va bien, tus ingresos pueden aumentar con los de tu negocio, y si no, tus ingresos pueden minarse al mismo tiempo.
Pero una de las grandes ventajas de ser empresario es el manejar tu tiempo según tu propio ritmo. Si bien implica un mayor grado de responsabilidad, te permite ordenar tus tareas a tu manera, no te obliga a estar en un lugar físico de lunes a viernes ni te programa necesariamente un horario fijo.
Lo más interesante de ser empresario es que te da la oportunidad de crecer tu negocio y te otorga grandes posibilidades de crecimiento profesional y personal, ya que puedes llevar tus metas tan alto como te lo imagines si trabajas inteligentemente.
Soluciones para ser un empresario exitoso
Si bien ser empresario es apasionante, también es muy demandante de tiempo, por eso es vital aliarse con la mejor tecnología para que tu negocio funcione como un reloj. Con herramientas como una tarjeta de crédito para ordenar los gastos de tu empresa, o un sistema de gestión, puedes llevar tu negocio por el camino correcto y crecer tanto como tus sueños lo dicten.
Y tú ¿Prefieres ser empleado o empresario?
Si te inclinas por tu propio negocio, quítales los límites al crecimiento de tu empresa con las soluciones de Konfio. Empieza aquí.