Los datos sobre ahorro e inversión en México señalan que una gran parte de las empresas desaprovechan las oportunidades que ofrecen los instrumentos bancarios tradicionales para hacer crecer el dinero, en un momento de tasas de rendimiento atractivas para los ahorradores.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021 encontró que 40 por ciento de la población adulta de 70 años y menos no tiene ahorros, 39% tiene sólo ahorro informal, 15% ahorro informal y formal, y 6% sólo ahorro formal.
Las formas más comunes de ahorro informal son el dinero guardado en casa con 37 por ciento, seguida de las tandas con 18%, las “cajas” del trabajo o de conocidos con 12%, los recursos encargados a familiares o conocidos con 9%, la compra de bienes con 8% y prestando dinero con 5%.
Las formas de ahorro formal más comunes son las cuentas de cheques y ahorro con 12 por ciento, las de nómina con 10%, las de apoyo de gobierno con 2%, las de inversión y depósitos a plazo con 2%, y los monederos electrónicos con 1%.
La Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) tiene seis objetivos, uno de los cuales es facilitar el acceso a productos y servicios financieros para personas y para micro, pequeñas y medianas empresas.
En ese sentido, la ENIF 2021 indica que existe un “importante espacio de oportunidad para fomentar el ahorro formal, considerando que 4 de cada 10 personas no están generando ninguna clase de rendimiento con sus ahorros, además de que no cuentan con algún tipo de protección”.
La inclusión financiera tiene beneficios, entre ellos los que brindan los instrumentos de inversión, pero se requiere que una participación “adecuada, informada y segura, para lo cual es indispensable el fomento de la educación” en esta materia.
Las Pequeñas y medianas empresas (Pymes) deben tener presentes los elementos básicos para realizar una inversión segura, con rendimientos atractivos y razonables, además de conocer los instrumentos más comunes para incrementar el dinero.
Las instituciones
La apertura de una cuenta de inversión debe realizarse en una institución sólida, regulada y vigilada por las autoridades financieras correspondientes, de fácil acceso y que permita disponer de los recursos cuando el cliente lo decida o en el plazo establecido en un producto.
México cuenta con el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y es importante verificar si el instrumento contratado está protegido o no por algún tipo de mecanismo, sea en banca múltiple, una sociedad financiera popular o de otro tipo.
La diversificación
La diversificación se recomienda para reducir los riesgos de perder todo el dinero al destinarlo en sólo un producto, en caso de una crisis. Empero, la dispersión excesiva de inversiones con características distintas distrae y reduce los rendimientos que pueden generar un saldo concentrado y el interés compuesto.
Algunos inversionistas sugieren limitar la diversificación y concentrarse en tres o cuatro instrumentos sólidos sobre los que se tenga confianza y conocimiento preciso, lo cual aplica para negocios pero funciona también para inversiones.
Los instrumentos y los plazos
Los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes), los pagarés con rendimiento liquidable al vencimiento y las inversiones a plazo son algunos de los productos más comunes. Los plazos pueden ser de 1, 7, 14, 28, 91, 182, 364, hasta 728 días, dependiendo del instrumento y de las necesidades del cliente.
Los plazos de las inversiones deben analizarse con cuidado, considerando que las empresas pueden necesitar el dinero en caso de emergencia o de presentarse otras oportunidades atractivas para la operación del negocio.
Las inversiones a plazos largos, a un año o más, resultan convenientes cuando se considera que las tasas de interés han alcanzado un “pico” y comenzarán un descenso. Así se “amarra” una tasa alta, que se mantiene en el plazo pactado, mientras el rendimiento de otros instrumentos se ajusta a la baja.
Las cuentas de inversión suelen estar vinculadas a una cuenta “eje” -maestra, de ahorro, de nómina o básica– desde las cuales se aumenta capital y a las que se depositan los rendimientos. Es importante conocer las comisiones que pueden cobrar dichas cuentas por manejo, saldos mínimos, etcétera.
El futuro
La tecnología y la evolución de los servicios financieros digitales hacen cada vez más fácil la apertura de cuentas de ahorro e inversión desde dispositivos fijos y móviles, aunque aún se requiere una transferencia inicial desde un instrumento tradicional.
No obstante, una mayor sencillez y seguridad, sumada al uso de la firma digital, favorecerá la popularidad de las operaciones de ahorro, inversión y crédito desde teléfonos celulares, con servicios adicionales como transferencias, pagos de servicios, consultas de estados de cuenta, descargas de retenciones de impuestos, entre otros.