La lucha por la formalización

En México el 60% de los trabajadores se desenvuelve en un ambiente informal. Es decir, más de la mitad de los trabajadores de México laboran en comercios o servicios sin impuestos ni prestaciones; sin aparentes obligaciones ni derechos.

Ya se ha hablado de las “cuotas” o “multas” que más bien son actividades corruptas por parte de algunos miembros del sistema gubernamental. Es decir, los negocios informales terminan pagando una clase de “impuestos”, aunque sea ilegal y lamentable.

Recientemente salió un artículo en Forbes México que pretende dejar en claro que las medidas gubernamentales siguen presionando para que la economía de nuestro país se siga formalizando: la gasolina ya no subirá, pero si lo hace por cuestiones ajenas a México, el excedente podrá deducirse para los negocios formales, los que facturan y reportan impuestos en el SAT. Esto significa que el 60% de los trabajadores mexicanos asumirán el excedente del precio de la gasolina sin derecho a reclamar y reduciendo sus utilidades.

¿Estas presiones o decisiones del gobierno son buenas o malas? Es cuestión de perspectiva: por un lado tenemos al montón de perjudicados que piensan que mantenerse en el sector informal les trae más utilidades y con muchas reticencias para formalizar sus actividades económicas. Y tienen con qué respaldarse. México ha sido víctima de la corrupción descarada por varias décadas.

La diferencia es que hoy cada vez más contamos con un sistema un poco más seguro o menos inseguro. Los beneficios fiscales se han posicionado con transparencia poco a poco, conscientes todos de que el crecimiento de los negocios pequeños y medianos significa el progreso y la mejora de la calidad de vida de todo el país contribuyendo a un desarrollo económico muy palpable.

¿A qué viene todo esto? En pocas palabras, a que formalizarse hoy en México es muy beneficioso para los negocios pequeños y medianos. Sí, es algo enredoso y necesitarás un poco de asesoría y conducción. Ojalá algún día podamos simplificar el proceso facilitando realmente la formalización de cualquiera que lo desee. Pero de momento es lo que tenemos: muchas ventajas de bajos costos, deducción de insumos operativos, seguros, financiamientos.

Si estás en esa difícil decisión, piénsalo bien. Claro que será diferente; todo cambio implica concentración y aprendizaje. Lo importante son los resultados que se verán a mediano y largo plazo. No te dejes engañar por los mitos urbanos.

 

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