
Los catálogos son herramientas eficaces para mantener clientes, llegar a nuevos consumidores y aumentar las ventas, por lo que los negocios deben conseguir o actualizar los suyos al inicio de cada año, al comienzo de una temporada específica o conforme se requiera.
Un análisis entre clientes de Konfío encontró que la prioridad de las pequeñas y medianas empresas es vender más, seguida de expandirse a nuevos mercados. Entre las herramientas que ayudan a algunas compañías en estos propósitos están, precisamente, los catálogos.
Los profesionales dedicados a la creación de catálogos impresos y digitales consideran que éstos tienen un papel importante en las estrategias de marketing de los negocios, y son herramientas especialmente útiles para empresas de manufactura, así como de venta al menudeo o mayoreo con una oferta de productos amplia.
Los catálogos pueden incluir una parte o todos los productos o servicios de una empresa, pero cuando menos deben presentar imágenes, precios y descripciones, así como la información de contacto y ubicación o las sucursales del negocio, si es el caso.
También se recomienda elegir cuidadosamente lo que se presentará, optar por un diseño sencillo, claro y atractivo, de manera que atrape la atención y genere una impresión perdurable en el cliente, además de que se vincule a la identidad del negocio.
¿Todavía se usan los catálogos impresos?
Los catálogos impresos todavía son utilizados por compañías de distintos tamaños y, a pesar de sus limitaciones, funcionan para momentos y públicos particulares, sobre todo cuando se trata de lograr un primer acercamiento o contacto con posibles clientes.
Entre sus ventajas están que pueden entregarse a domicilio, en eventos como ferias o exposiciones y directamente en el establecimiento. También serían una vía para conseguir un primer contacto con la gente que después haga innecesario el catálogo impreso.
Entre sus desventajas están que tienen costo de impresión y distribución, son de alcance limitado, quedan desactualizados pronto si la oferta del negocio cambia constantemente y se les puede considerar “poco amigables” con el medio ambiente por el uso frecuente de papel y otros elementos.
No obstante todavía es posible encontrar cada día catálogos impresos de farmacias, empresas inmobiliarias, de productos cosméticos, moda, calzado y artículos para el hogar, generados por negocios a los que se puede considerar medianos o grandes, o cuando menos reconocidos.
De hecho en México había hasta el segundo trimestre del año al menos 418 mil personas a quienes se identifica como vendedoras por catálogo, de las cuales 97% corresponde a mujeres y el resto a hombres, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
Por ejemplo, los catálogos impresos aún son necesarios para personas promotoras de ventas en contacto directo con el cliente y sin acceso permanente a la web, o para empresas -como constructoras- que necesitan herramientas mientras trabajan en lugares con poca infraestructura en donde el acceso a Internet es imposible, intermitente o costoso.
Los catálogos digitales
El uso creciente de teléfonos celulares, tabletas y computadoras de escritorio ha colocado a los catálogos digitales como una necesidad de las empresas que buscan aumentar sus ventas, llegando a más lugares y a nuevos clientes.
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Las ventajas del formato PDF (aunque no es el único) son múltiples: puede distribuirse de manera amplia por distintos medios y plataformas o colocarse en el sitio en Internet de la empresa para descarga; se actualiza con facilidad, con la frecuencia que se requiera y puede ser interactivo; además, se reducen costos e impactos al medio ambiente.
Asimismo, la consulta de este tipo de catálogos no requiere conexión a Internet una vez que se ha descargado al dispositivo. A partir de un .pdf se puede avanzar hacia otras opciones para enriquecer el catálogo, como son la inserción de videos para cada artículo, enlaces a páginas de productos o sitios web, así como establecer niveles de seguridad para impedir su alteración.
Otra de las ventajas de los catálogos digitales es que pueden diseñarse para comparar las diferentes versiones de un mismo producto o servicio, detallando características, funcionalidades y costos, lo cual facilita la toma de decisión al cliente.
Los catálogos son importantes no sólo como herramienta de promoción y ventas, sino también abonan a la construcción de una imagen seria y profesional de la empresa, lo que a su vez genera confianza para mantener la lealtad del cliente y llegar a otras personas.
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Las empresas que requieren la elaboración o actualización de sus catálogos impresos o digitales pueden utilizar la tarjeta empresarial Konfío, que ofrece la posibilidad de elegir desde 3 hasta 12 meses para pagar compras con una tasa preferencial, o adelantar las adquisiciones del negocio con pagos fijos.