5 razones para dejar de ser aval

5 razones para dejar de ser aval

Por Coru.com, plataforma de comparación de servicios financieros en línea de México.

Hay ocasiones en que es muy difícil decir no. Hasta que aprendes de mala forma que era mejor dar una respuesta negativa a aceptar algo con peores consecuencias. Aceptar ser aval de alguien, por conocido que sea, es una responsabilidad que suele traer más contras que pros.

Recuerda que cuando aceptas ser aval te conviertes en deudor solidario, es decir, la deuda también es tuya y estás obligado a hacerte cargo en caso de incumplimiento con los pagos.

Si te han pedido ser aval, debes considerar estas razones para decir “NO” a buen tiempo.

#1 Acoso de cobranza

La institución que otorgó el préstamo, querrá recuperar su dinero a toda costa, por lo que al menor retraso o impago que no atienda el deudor titular, llamarán a toda hora al aval en cualquier referencia que haya dado: tu casa, tu celular, oficina e incluso a personas que tú mismo hayas puesto como conocidos, a fin de realizar algún cobro.

#2 Mal historial crediticio

Depende de la forma en que se haya firmado el contrato y el grado de compromiso que implique al aval solidario, lo más probable es que si ni el titular, ni el aval responden del pago y acumulan deuda e intereses, quede un mal registro en el historial crediticio de ambos.

#3 Responsabilidad legal

Cuando alguien solicita un crédito, la entidad que lo da necesita alguna garantía de pago, aquí es donde entra el aval. En términos legales, un aval es una persona física o moral, que garantiza que la deuda será liquidada, así que si el deudor no paga, la institución que hizo el préstamo tiene el derecho a ejecutar acción legal con el aval responsable de cubrir la deuda.

OJO: No todas las deudas requieren un aval. Esta figura legal aplica para títulos de crédito, que incluye a los pagarés y las letras de cambio. Otra figura legal distinta es el fiador.

#4 Ruptura de relaciones y vínculos afectivos

Se dice que la familia y los seres queridos están para apoyarse pero a veces eso es un arma de doble filo, especialmente cuando se trata de dinero. Pedir prestado y endeudar a un ser querido no solo lo deja vulnerable en el ámbito financiero, sino que es muy factible que, al momento de cobrar, se dañe la relación afectuosa o de respeto. Solo por tener un panorama más amplio, basta saber que el 29.4% de los mexicanos tiene una nota mala en el Buró de Crédito por ser aval de un conocido, de acuerdo con un sondeo realizado en 2017 por la comparadora de servicios financieros Coru.com y la encuestadora Brad.Feebbo.

#5 No es fácil revertir la decisión 

Quizá dijiste que sí en un impulso o ante la presión. Ahora, quitarte ese peso es posible, pero sencillo. Cuando una persona quiere dejar de ser aval, lo primero es revisar las condiciones establecidas en el contrato del crédito. Lo más común es que deba escribirse una petición al prestamista, al mismo tiempo que encuentran un sucesor, además se revisará el historial de pagos del deudor y los antecedentes crediticios del nuevo candidato a ser aval. La posibilidad de eximirte del cargo de aval estará sujeta finalmente a una decisión de la entidad crediticia, lo que no garantiza éxito…

IMPORTANTE:

Una vez que la deuda ha sido liquidada, la persona que fungió como aval puede tomar acciones legales contra el deudor, sin embargo, implica un proceso legal que también conlleva un gasto y no hay garantía de recibir el pago correspondiente.

No acumules problemas innecesarios, decir no a tiempo es lo más saludable en muchos casos, y las finanzas no son la excepción.

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