Tu familia te presta y te cobra con gusto…

Préstamos de tu familia

Nos ha pasado a todos, o a casi todos. Necesitamos dinero y le pedimos prestado a algún buen amigo o a la familia. Y te lo presta de muy buena gana sin ningún interés; simplemente te lo da. Pero cuando lo necesita te lo pide y se lo tienes que regresar aunque no puedas. Haces todo lo posible para no quedarle mal a él que confió en ti. El problema de esto es que cuando le devuelves el dinero quedas en la misma situación de cuando te lo prestó: urgencia.

Lo mejor es financiarte con una institución oficial. Así tú serás el que se programe y pague en el momento y tiempo acordados. De otra forma, el dinero prestado se convierte en un problema. Si tienes todo bajo control y pagas a tiempo; si eres una persona ordenada o quieres serlo, tu mejor opción es utilizar herramientas de financiamiento profesionales.

No le pidas a tu familia, mejor solicítalo AQUÍ y te ahorrarás muchos problemas.