Todos los deportes y todas las naciones compitiendo en un torneo que implica mayormente juego limpio, disciplina y amistad. Los juegos olímpicos siempre han querido reflejar una competitividad sana, donde los países pueden ser representados por sus mejores especímenes deportivos, lejos de disputas políticas o económicas.
Y ya son una tradición que cumple 120 años, marcando como hito la competencia que se celebró en Grecia en 1896, en Atenas, en homenaje a los antiguos juegos olímpicos que realizaban los griegos antes del nacimiento de cristo.
Pero basta de historia, volvamos al presente. Tokio 2020 es una realidad, con un aplazamiento de un año debido a una emergencia sanitaria que aún no se aplaca, y quizás unos de los eventos con más tropiezos de su historia. Gracias a eso, se lleva el récord como uno de los juegos más caros de la historia.
Las finanzas de los JJOO
Si te preguntaste por qué simplemente no los cancelaron, debes saber que hay muchos motivos tras ellos para realizarlos aún en las condiciones actuales, ya que hay una gran cantidad de contratos involucrados cuya cancelación significa una enorme pérdida económica para el comité olímpico y el país anfitrión.
No todo es deporte, hay un montón de logística, marketing y sobre todo, negocio que mueve a los Juegos Olímpicos. Esto comenzó a explotarse en 1972, año en que la televisación y la publicidad se abrieron paso en un evento que antes se había negado al mercadeo. Pero ¿Cuánto dinero generan las olimpiadas? Buena pregunta.
Quién financia los Juegos Olímpicos de Tokio
Para empezar hablemos de presupuesto, que para los juegos de Tokio llegó a los 15,400 millones de dólares. Si bien el presupuesto original era de 12,600 mdd, la cifra se elevó cuando se decidió postergar la cita un año más. Hubo que renegociar contratos y pagar cláusulas y seguros. La última cifra arrojada por la Junta Nacional de Auditoría de Japón fue de 22,000 mdd.
Ahora, ¿de dónde sale ese dinero? Tenemos que entender que en primer lugar se trata de una inversión del país anfitrión en su mayor parte, ya que el Comité Olímpico Internacional sólo aportó en esta edición 1,700 mdd. El resto va por parte de la casa, que sin embargo, ve muchas ventajas en esta inversión.
6,700 mdd es lo que espera el gobierno japonés recibir en ingresos, que si lo confrontamos con la inversión, se acerca a la mitad de esa cifra. Si hubiese existido venta de boletos para los eventos, Japón hubiera aumentado sus ingresos en unos 800 mdd, sin embargo, sabemos que eso no ocurrirá en 2021 según un comunicado conjunto del COI con el gobierno japonés.
Pero también debemos aceptar que la gran inversión que implica albergar los JJOO no sólo se traduce en la rentabilidad económica de estos, también es una inversión en marketing para la marca país. Digamos que la visibilidad de Japón, de su cultura y su imagen, es un gran valor para los organizadores, quizás una estrategia publicitaria invaluable.
Los ingresos y gastos de Tokio
Haciendo cuentas, podemos estar seguros que el gobierno japonés no verá una rentabilidad tangible en la realización de los juegos de 2020 (pospuestos a 2021), sin embargo, sabemos que no dejan de ser un empujón económico y una ventana para el resto del mundo.
También lo es para la inversión de los patrocinadores, quienes ven la posibilidad de aumentar su impacto a través de todo lo que rodea al evento deportivo. Los anunciantes locales han invertido cerca de 3.300 millones de dólares en los Juegos.
Más gastos de los JJOO
Entre los costes del aplazamiento y energía los cálculos oscilan en 1,400 millones de dólares, aunque la mayor parte de los gastos está presupuestada para operaciones relacionadas con los Juegos (1,600 mdd) y marketing (1,200 mdd). Transporte (400 mdd), seguridad (300 mdd) y tecnología (700 mdd) son otros conceptos que también abarcan el gasto de los Juegos.
Sólo el Estadio Nacional de Tokio ha costado cerca de 1,380 millones de dólares, y hay que destacar que se hizo especialmente para esta ocasión.
Ser sede de unos Juegos Olímpicos de Verano significa para una ciudad un gasto promedio superior a los 10,000 millones de dólares, de acuerdo con lo reportado en las últimas ediciones. Así podemos tener una noción más empresarial de cuanto dinero generan las olimpiadas.
Cuánto han costado los JJOO
Si vamos para atrás, para la edición de los juegos de Río de Janeiro 2016 se indicó que el gasto ascendió a 13,200 mdd; Londres 2012, con 14,300 mdd; Pekín 2008, con 2,000 mdd (según el Comité Olímpico de Beijing); Atenas 2004, con 15,000 mdd y Sydney 2000, con 6,500 mdd.
En el caso de París 2024 cuenta con un presupuesto de 4,500 millones de dólares, que mayormente provendría del sector privado.
Para Los Ángeles 2028 estimaron en un inicio destinar 5,300 millones de dólares en el 2016, pero tres años después realizaron un ajuste y la cifra aumentó a 6,900 millones de dólares y los organizadores justificaron que lo anterior era consecuencia de los ajustes inflacionarios.
Juegos más y menos rentables
La cita de Barcelona de 1992 costó 7,900 mdd, pero su impacto económico fue mucho mayor, con 22,100 mdd. Gracias a aquella cita deportiva explotó el turismo y se remodeló la ciudad.
Otro ejemplo de rentabilidad fue Londres en 2012, ocasión en la que se invirtieron 11,400 mdd y lograron ganar hasta 15,000 mdd.
Pero también hay casos decepcionantes en números como los juegos de Montreal de 1976 y cuyos gastos se terminaron de pagar hasta 2006, 30 años después. Al estadio olímpico, casi en desuso, lo llaman ‘la gran deuda’ de la ciudad.
Otro ejemplo es el de Atenas, donde se celebraron en 2004 y cuyas instalaciones deportivas hoy están prácticamente en ruinas. Por la mala administración y corrupción, se gastaron 15 mil millones de dólares. De hecho, se culpa a esos Juegos de acabar de hundir la economía del país heleno, puesto que entre 2002 y 2004 su deuda sufrió un ascenso meteórico. La respuesta a cuanto dinero generan las olimpiadas, a veces es cero, o una cifra negativa también en estos casos.
El futuro: los juegos sostenibles
Más allá de la rentabilidad económica de los JJOO, muchos países lo ven como un inversión en su marca país y en su reputación internacional. Como verás, hay una cantidad considerable de factores que, como en toda empresa se deben considerar, sobre todo en cuanto a administración de inversión y gasto para estimar cuanto dinero generan las olimpiadas o un evento de esta envergadura.
De cara al futuro, se espera que los Juegos Olímpicos busquen ser más sostenibles, premiando el que se aprovechen infraestructuras ya existentes, se remodelen o que se pueda compartir sede olímpica entre diferentes ciudades o países.
Justo ese es el camino que está en la mira de México, Estados Unidos y Canadá para el mundial de fútbol de 2026. Pero ¿Serán rentables? Ya veremos.