Vestir bien no sólo suele ser costoso para tu bolsillo, también lo es para el medio ambiente. Si a eso le sumamos lo estresante que puede ser para muchas personas comprar alguna prenda, digamos que esta industria resulta ser un dolor de cabeza en muchos sentidos.
¿Pero te imaginas poder ir a un sólo lugar en donde vistas con estilo y al mismo tiempo estés contribuyendo de forma positiva con el medio ambiente?
Ese lugar se llama Hilario, una Pyme mexicana que supo canalizar los problemas de la industria de la moda para darles una solución creativa, innovadora, verde y con el mejor servicio.
¿Cómo nace Hilario?
Luis estudiaba Diseño Industrial en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Desde joven sentía una gran pasión por las telas, los cortes, colores y la moda, pero sabía que también debía estudiar algo que le abriera nuevos horizontes.
Un día, mientras veía diseño sustentable en su universidad, Luis se dio cuenta que la industria de la moda podría fusionarse de buena manera con diferentes conceptos de sustentabilidad.
De inmediato tomó una computadora para buscar en Internet prendas que fueran amigables con el medio ambiente. Sorprendentemente Luis, luego de buscar por horas, no pudo encontrar ni una sola marca mexicana que se especializara en diseños sustentables.
Aunque su búsqueda no obtuvo resultados, al final Luis pudo encontrar algo más valioso, una oportunidad que cambiaría su futuro.
“Recuerdo bien que estaba sentado escuchando a mi profesor de diseño sustentable, fue ahí donde pensé en que eso podía combinarse perfectamente con el diseño de modas para crear prendas que no sólo pusieran a México en el mapa de la moda mundial, sino que también diéramos de qué hablar en cuanto a materiales 100% biodegradables”.
Así fue como nació Hilario, una Pyme mexicana enfocada al diseño y confección de prendas de calidad a precios accesibles y amigables con el medio ambiente.
¿Cuáles fueron los retos?
En este punto hay que ser claros, cuando una empresa nueva entra en el mercado su posicionamiento es a veces complicado. Ese era el reto de Luis, posicionar una marca que vende ropa de calidad, accesible y ecológica.
Los primeros meses de Hillario se dieron en un pequeño local ubicado en la colonia centro de la Ciudad de México. Luis cuenta que aunque su inicio fue bueno teniendo a varios clientes que adquirían sus prendas, la situación comenzó a cambiar con los cambios tecnológicos que orillaban a los pequeños negocios a tomar una decisión de invertir para innovar o morir.
“Al inicio las cosas iban bien, comencé a tener clientes y ganancias que me hacían pensar que sería un éxito, pero hubo una temporada donde noté que poco a poco mis ganancias se iban reduciendo hasta el punto de que dejé de completar ventas durante dos semanas. Eso me angustió mucho”.
Aunque las cosas no iban bien, Luis cuenta que nunca tiró la toalla ya que de él dependía su pequeña hija ‘Sofi’ quien siempre, después de la escuela, llegaba con una sonrisa a Hilario para ayudar en lo que podía.
“Un día estaba trabajando y vi a mi hija, ‘Sofi’, y me sentía muy frustrado porque ya tenía una semana que no había concretado ni una sola venta; entonces me puse las pilas para ver de qué manera yo podía cambiar esto”.
Luis recuerda que ese momento de reflexión le sirvió para saber que debía hacer algo, por eso tomó su computadora y comenzó a buscar algún lugar que confiara en su proyecto.
“Esta industria requiere de que uno sea innovador, yo estaba preocupado por la parte de que necesitaba incrementar mis ventas, uno tiene que pensar en la mano de obra e infraestructura y es algo con lo que yo no contaba (…) ya buscando en Internet fue donde encontré a Konfío”.
El impulso que Hilario necesitaba
Luego de esa mala racha, Luis logró completar su solicitud con Konfío en sólo unos minutos y en unas horas ya tenía su primer crédito aprobado y hasta depositado el dinero en su cuenta.
“Antes de solicitar el crédito tenía mis metas muy claras, qué quería lograr y cómo lo iba a alcanzar. Una vez que obtuve el crédito me enfoque en contratar un mayor número de personas que se dedicaran a la parte de confección, diseño, logística y obviamente la parte fundamental que es la tecnología».
El comienzo fue complicado, pero a pesar de los errores, Luis asegura que todo le permitió aprender para que hoy en día su negocio sea uno de los más solicitados en redes sociales.
Ahora, Hilario busca afianzarse en el medio de la confección y continuar con el crecimiento constante que ha tenido en redes sociales.