Este 20 de julio se cumplen los primeros 50 años de la llegada del hombre a la Luna, un suceso que cambió por completo la existencia del ser humano.
Aunque hoy en día aún hay dudas de las formas y trasfondos de este suceso histórico, la realidad es que ese 20 de julio de 1969 significó un antes y un después para la sociedad. Desde regulaciones jurídicas, actividades económicas y financieras o la forma de hacer negocios, todo cambió.
Las regulaciones del espacio
Aunque no lo creas, desde antes de que el Apolo 11 tocara la superficie lunar, los gobiernos del mundo tuvieron que ponerse de acuerdo sobre el régimen jurídico que debía regular al espacio y los cuerpos celestes.
Tal vez no habías escuchado hablar mucho sobre el tema, pero actualmente existen 16 normas internacionales que detallan y regulan toda actividad que se lleve a cabo en el espacio.
Una de esas normas es una regulación que trata la responsabilidad internacional por daños causados por objetos espaciales (Liability Convention); o incluso existe el Acuerdo sobre las actividades de los Estados en la Luna y en otros Cuerpos Celestes (Moon Agreement).
Sobre estas normas del espacio, México ha ratificado 10 tratados, de acuerdo con un reciente reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
¿Quién es dueño de la Luna?
Un debate curioso que se dio tras la llegada del hombre a la luna en 1969 es la idea de la Luna como propiedad privada.
Así como hay gente que aún cree que la Tierra es plana, hay otras personas que se sienten con el derecho civil y mercantil de la Luna.
Las normas internacionales detallan que nuestro satélite no puede venderse; sin embargo, en la actualidad cientos de terrenos de la Luna han sido vendidos por un hombre que reclamó ser su propietario en 1980.
Fue el estadounidense Dennis Hope quien se autodenominó como la única autoridad oficial de la Luna habiendo vendido ya 675 parcelas lunares. Y aunque no lo creas, en esas transacciones han participado supuestamente celebridades, tres expresidentes de Estados Unidos e incluso actores de la serie original Star Trek (esto según el sitio web Lunar Embassy).
Básicamente Hope aprovechó un vacío legal en el Tratado del Espacio Exterior que establece que ningún país de nuestro mundo puede apropiarse de los cuerpos celestes. Esta laguna es que esa legislación no menciona a los terrícolas en particular, hecho que impulsó al estadounidense a nombrarse propietario.
Pero no te preocupes, es un hecho que la Luna no tiene dueño, lo más cercano a eso es que las normas autorizan a los países al uso de la Luna conservando incluso muestras de minerales y otras sustancias que se extraigan.
El cambio en los negocios terrestres
La llegada del hombre a la Luna también significó para el ser humano una evolución total en la tecnología y la forma de hacer negocios.
Lo que en su momento fueron inventos revolucionarios que permitieron a Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins sobrevivir en condiciones extremas, hoy son parte de productos cotidianos que dejan millones de dólares en ganancias a las empresas.
Hablamos de celdas solares, detectores de humo, el ultrasonido, el velcro, el GPS o el horno microondas, inventos que hoy forman parte de una herencia de aquel viaje hecho hace 50 años.
Simplemente, la transmisión de datos, el localizador o la multimedia que hoy usas en tu smartphone no serían posibles sin los conocimientos de los científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) para aquella misión.
Pongamos un ejemplo: en la actualidad Google Maps se ha convertido en una parte indispensable de la vida de más de mil millones de personas que utilizan la app para viajar, explorar nuevas ciudades o encontrar un nuevo restaurante.
Aunque el servicio ha sido principalmente gratuito y sin anuncios desde su lanzamiento hace 14 años, esto está cambiando a medida de que Google aumenta las formas en que los anunciantes pueden llegar a los usuarios de Maps.
Hoy en día esta aplicación destaca regularmente las ubicaciones patrocinadas y muestra listas de pago adicional cuando las personas buscan estaciones de servicio, cafeterías u otros negocios cercanos. De hecho, hace unos días lanzó su herramienta Para Ti, una modalidad en donde usuarios podrán localizar más fácilmente miles de Pymes.
Hablamos de una aplicación que no podría haber sido el éxito que es hoy en día si la NASA no hubiera creado el sistema base del GPS para la misión espacial de 1969.
Hombre en la Luna, un negocio redituable 50 años después
Así como en 1969 las agencias de publicidad aprovecharon la oportunidad para vender millones de dólares en productos alusivos a la llegada del hombre a la Luna, ahora en pleno 2019 ese suceso sigue dejando jugosas ventas para cientos de marcas.
Por nombrar algunos, en este 50 aniversario del hombre en la Luna marcas como Omega han anunciado productos como la edición limitada del Omega Speedmaster, un tributo al reloj que Buzz Aldrin utilizó en la Luna y que tendrá un módico costo de 34 mil 600 dólares.
También podrás comprar en este mes una versión a escala del módulo lunar Apolo 11 de la NASA creado por Lego o las galletas Moon Oreo con malvavisco morado lanzadas por Nabisco.
Si eres de gustos más “especiales”, también estarán a la venta las plumas anti gravedad Fisher Space Pen, desarrolladas específicamente para las misiones del Apolo. Para esos entusiastas del espacio, la pluma tendrá un costo de 700 dólares.
Sin duda se trata de un fenómeno que a 50 años aún sigue dejando millones de dólares de ganancia en el mundo entero.
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