Con poco más de 8 mil 850 millones de habitantes, la Ciudad de México se ha vuelto un llamativo negocio para las nuevas empresas de transporte que usan la tecnología como aliada para ofrecer un servicio más eficiente.
Es así como ‘taxis’ privados, monopatines, bicicletas, camionetas colectivas y demás productos han circulado libremente en la capital del país llegando a todos los usuarios; sin embargo, esta industria comienza a tambalearse gracias a las estrictas regulaciones que el Gobierno comienza a aplicar en ellas.
Más impuestos y requisitos para el transporte privado
Fue a finales de abril cuando la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi) publicó las nuevas normas para brindar servicio de transporte en la capital.
Entre críticas la Semovi informó en su nuevo reglamento que para poder prestar servicios de transporte, este año los conductores de empresas como Uber, Cabify y DiDi deberán tramitar una nueva licencia y usar tarjetón, además de que ya no podrán cobrar en efectivo.
De acuerdo a las disposiciones de este nuevo Reglamento de la Ley de Movilidad, obtener la nueva licencia Tipo E1 no tiene costo extra para los conductores. Eso sí, para tramitar la licencia deberá ser necesario presentar el permiso Tipo A con una antigüedad mínima de tres años, además de un documento que avale que el solicitante trabaja para alguna firma.
Otro requisito estipulado por la Semovi es que las empresas que ofrezcan ese tipo de servicio están obligadas a registrarse ante la Semovi, lo mismo que todas las unidades inscritas, las cuales deberán tener un costo de factura de origen de al menos 250 mil pesos y no exceder los diez años de antigüedad.
Uno de los puntos más criticados del nuevo reglamento es que ahora los conductores NO podrán recibir pagos en efectivo, ni mediante tarjetas prepagadas o monederos electrónicos, es decir, sólo vía tarjeta de crédito o débito.
El problema con esta medida es su naturaleza discriminatoria que ignora al 52% de la población de la Zona Metropolitana que usa esos servicios (10 millones de personas) y que no cuentan con una tarjeta bancaria.
Patines y bicicletas también estarán reguladas
Otro de los servicios de movilidad que se ha puesto de moda en la capital son los patines y bicicletas, un producto que ya comienza a expandirse bajo otro tipo de regulaciones.
De hecho, este jueves la Secretaría de Movilidad informó la incorporación al mercado de cinco nuevas firmas de micromovilidad que tendrán permiso anual para operar en la Ciudad de México. Una de esas empresas es Uber y su servicio de bicicletas JUMP.
Según informó Semovi, JUMP obtuvo permiso para operar en la ciudad con mil 900 unidades y para comenzar a dar servicio está obligado a pagar una contraprestación de mil 300 pesos por cada unidad, lo que suma un total de 2.4 millones de pesos en total por un año de permiso.
La Semovi detalló en su gaceta oficial que el pago deberá cubrirse a más tardar el 26 de junio de 2019 ante la Secretaría de Administración y Finanzas de la Ciudad de México. De no cumplir con el pago, la Semovi advirtió que las empresas no podrán operar en la urbe y no podrán participar en futuros procesos de permisos de movilidad.
Aunque se trata de una inversión alta para incorporarse al mercado capitalino, JUMP es de hecho la empresa que menos dinero debe pagar. Otras de las ganadoras de los permisos son TechCrunch, Dzeba y Mobike, compañías que deberán pagar una contraprestación mayor a la de Uber por unidad.
Un ejemplo es Mobike, empresa que obtuvo el permiso para operar 2 mil 400 bicicletas en el mercado mexicano con un costo de 2 mil 600 pesos por unidad (un pago total de 6.2 millones de pesos). Otro caso es Dzeba que cuenta con 500 unidades con un precio de mil 800 pesos cada una (un total de 900 mil pesos).