En todo negocio y para cualquier emprendedor, tratar con finanzas es un tema difícil de llevar, sobre todo cuando la mala administración de los recursos limita el crecimiento que se puede tener. Por esta razón es que muchas pequeñas y medianas empresas, así como autónomos ya están considerando recurrir a un asesor financiero como alternativa para garantizar un mejor uso del capital con el que se cuenta.
Si tomamos en cuenta datos como los que muestra “The failure institute” sobre los motivos de fracaso de los negocios, los problemas financieros representan hasta un 65%. En los cuales, acciones como tener un exceso en gastos operativos o problemas de financiamiento influyen para que exista un desequilibrio en el negocio y este termine por fallar.
A continuación, encontrarás ciertas situaciones que suceden en los negocios y que puedes tomar como punto de referencia para identificar qué tan necesario es que te acerques a un asesor financiero o contrates alguno.
#1 Problemas al administrar
Ciertas situaciones como no fijar un presupuesto anual o apenas tener lo suficiente para pagar las facturas y la nómina repercuten en las finanzas de una empresa. Por lo tanto se podría decir que la principal tarea de un asesor financiero es ayudar a administrar correctamente los recursos económicos del negocio. Ayudando a definir la forma en que debe estar distribuido el capital acorde a los ingresos y gastos.
#2 Inestabilidad financiera
Planear la forma en que se obtiene el capital también es importante para que un negocio se desarrolle lo suficiente para crecer. Muchos emprendedores no saben la forma correcta de realizar una proyección financiera, por lo tanto les es difícil determinar las metas del negocio así como definir qué estrategias son ideales. Hablamos de situaciones en las que no existe un incremento constante en ventas, la cartera de clientes es fija o incluso se generan errores en la administración.
#3 Nivel de endeudamiento alto
Otra de las situaciones que también puede indicar la necesidad de pedir ayuda de un experto, es sobrepasar el nivel de endeudamiento. El 80% de los negocios en México son financiados con recursos propios, de amigos y familiares, lo cual no es suficiente para el tipo de gastos que una empresa enfrenta. Además al ir generando un mal historial crediticio o problemas con proveedores la estabilidad del negocio se pone en juego.
#4 Inversiones poco acertadas
La intención de rentabilizar el capital es una estrategia que muchos dueños de negocios aplican para acelerar el crecimiento y mejora. Sin embargo, no siempre resulta positivamente. El invertir debe ser una acción muy bien estudiada y planeada, para tener presente la viabilidad de que resulte. Con ayuda de un asesor financiero se podría invertir de manera inteligente y tener más probabilidades de éxito.
#5 Situación fiscal compleja
Dentro de cualquier tipo de negocio formal, es necesario analizar y llevar en orden la situación fiscal. En especial, el pago de impuestos representa una carga financiera fija y a veces muy alta. Pero cuando se tiene el asesoramiento correcto, se puede calcular de una manera más precisa para cumplir en tiempo y forma con las obligaciones que se tienen sin que esto tenga un impacto grande en la operatividad de la empresa.
Ventajas de tener un asesor financiero
Como podrás darte cuenta, existen ciertas situaciones que pueden mejorar al recibir ayuda de un experto, en este caso un asesor financiero. Y si tus metas son mejorar tu negocio y hacerlo crecer, tal vez deberías considerar las ventajas que puede traerte:
- Adquirir orientación sobre decisiones importantes en el negocio
- Evaluar el riesgo financiero de cada situación
- Establecer metas reales
- Conocer el rendimiento de las inversiones
- Evitar incumplir con la ley
- Planificar el negocio con una visión a futuro
- Buscar un buen financiamiento