Las empresas, en particular las de la industria manufacturera, que prevén aumentar su producción, insertarse en las cadenas de suministro o generar productos específicos para llegar a nuevos mercados, pueden verse ante la necesidad de adecuar o adquirir maquinaria para cumplir sus objetivos.
En México existen alrededor de 611 mil establecimientos que forman parte de las distintas industrias manufactureras, de acuerdo con el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE).
Entre dichos establecimientos están los de las industrias del plástico y del hule, así como de metálicas básicas, hasta los dedicados a la fabricación de productos a base de minerales no metálicos, de productos metálicos, de maquinaria y equipo.
También están los fabricantes de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos; de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica; y de equipo de transporte, por mencionar sólo algunos.
El nearshoring o la relocalización de empresas en México abre oportunidades a las Pequeñas y medianas empresas (Pymes) pertenecientes a las diversas industrias manufactureras que, sin embargo, deben cubrir requisitos de calidad y cantidad que pueden implicar cambios en su maquinaria.
Ante ello, ¿conviene ajustar la maquinaria existente o cambiarla, rentarla o comprarla, usada o nueva? Aunque cada empresa es distinta, hay valoraciones que deben hacerse antes de tomar una decisión relacionada con esta parte del negocio.
¿Se aprovecha al máximo la maquinaria existente?
Pueden darse casos en los que la maquinaria con la que cuenta una empresa produce con la calidad necesaria para continuar usándola, pero quizás no en la cantidad que se requiere. En esta situación, conviene analizar si se está aprovechando al máximo o está subutilizada.
Expertos en tecnología de manufactura han señalado que casi 74% de la capacidad instalada de las Pymes en México se desaprovecha; sólo se utiliza el 26% debido a la falta de personal para operarla. Por ello, se recomienda la capacitación de más trabajadores para obtener todo el beneficio de las máquinas.
¿Adecuar o renovar?
También pueden presentarse casos en los que las máquinas no producen con la calidad o cantidad exigidas, pero la falta de tiempo o recursos lleva a considerar la posibilidad de efectuar sólo ajustes o agregados a lo que ya se tiene y que permitan cubrir los requisitos que se ponen al negocio.
Debe reiterarse que cada compañía es distinta, con situaciones muy particulares y quizá convienen sólo ajustes, pero en cualquier caso tendría que tomarse en cuenta la conjugación de varios factores: el tiempo y la cantidad de producción, los riesgos de falla, los costos de reparación, las posibles pérdidas por incumplimiento de contratos, entre otros.
Un análisis racional y cuidadoso debería llevar a una solución que determine si es mejor modificar o comprar equipos nuevos, aunque para las empresas que llevan muchos años trabajando con las mismas máquinas pueda resultar difícil aceptar un cambio. Incluso ajustar y agregar máquinas, ambas cosas al mismo tiempo, es un escenario posible.
¿Rentar maquinaria, comprar o ambas acciones?
Una vez que se ha determinado cambiar los equipos para producir con la calidad y cantidad exigidas a la empresa, llega el momento de decidir si las máquinas deben ser rentadas o compradas.
Otra vez deben ser tomados en cuenta distintos factores, pero generalmente conviene comprar si la maquinaria será utilizada de manera constante, durante mucho tiempo y se cuenta con los recursos para hacerlo, propios o mediante crédito, con la ventaja de que puede deducirse y eventualmente ser vendida.
Por otro lado, si las máquinas serán utilizadas durante un corto tiempo o para procesos muy particulares la recomendación de los expertos es rentar, lo que tiene un impacto menor en los recursos de la empresa, además de que los pagos mensuales resultan más cómodos.
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