Tener tus gastos bajo control te llena de tranquilidad y felicidad, no desaproveches la oportunidad de vivir tranquilo. Este ejercicio es el inicio para que recuperes tu tranquilidad o para que nunca la pierdas. Pon las cosas claras contigo mismo y dale para adelante.
Siéntate 15 minutos, apaga tu cel y tu computadora. Necesitas concentrarte. Saca una hoja de papel y pluma. ¿Ya? Ahora piensa en todo lo que necesitas para vivir: TODO:
– Renta
– Servicios del hogar (luz, agua, gas)
– Comida
– Celular
– Internet
– Gasolina / transporte
Son solo ideas; tú sabes perfectamente qué es lo que necesitas para vivir tu mes. Ve repasando cada parte de tu día y escribe todo, sin dejar nada fuera. Lo que sea que te salga es tu costo de vida; eso te cuesta nada más vivir, sin nada extra.
Por otro lado, están los gastos variables, aunque no puedan ser calculables al cien por ciento.
Haz dos cosas: calcula tus gastos variables del mes pasado y establece un presupuesto para este mes que viene.
Calcula tus gastos variables:
– Ropa
– Regalos
– Viaje de fin de semana
– Tenis
– Deuda
– Emergencia médica
Cualquier cosa que no haya estado contemplada al inicio del mes y te haya hecho gastar de alguna u otra forma.
Haz tu presupuesto:
Ponte un límite.
– Ganas mensualmente 10
– Tu costo mensual es 8
– Te quedan 2
Tú decides si esos 2 te los gastas, los ahorras o los inviertes en lo que quieras.
Como desde chiquito te enseñaron a ahorrar decides guardar 1 y gastar el otro. Así que tu presupuesto para gastos variables es de 1.
Para respetar ese presupuesto sano necesitas mucha fuerza. No te rindas.