Respira por diez minutos y ve en tu interior

Son las 11:49 am y a las 12 tengo que dejar de escribir. Ya casi nos vamos, ya casi salimos de puente, ya casi nos olvidamos de la oficina hasta el próximo lunes que nos embestirá con desprecio y burla.

Pero hoy no, hoy es un día feliz, un día lleno de esperanza y felicidad. A algunos ya les quedan 6, 7, 8 horas para ser libres. Benditos “godínez”. Los que manejan un negocio propio no descansarán, lo sé.

En estas breves líneas de blog solo voy a transmitir una idea: no envides al otro.

El “godínez” tiene un jefe insoportable que le pide cosas absurdas y al que nunca le convence su trabajo. Tiene compañeros de trabajo con sangre pesada a los que no quiere ni ver. Tiene litros y litros de café en el cuerpo que no le permiten respirar con tranquilidad. Tiene una lista de pendientes abrumadora que preferirá ignorar durante tres días consecutivos, etcétera…

También tiene un montón de cosas padres: compañeros alivianados, jefes buena onda y prestaciones… No todo es trágico.

Muchas veces he escuchado a los oficinistas quejarse de la vida. Pero también a los que corren su propio negocio. ¿Donde sea que estemos nos vamos a quejar? En lugar de llorar y lamentarnos deberíamos ver los caminos para mejorar nuestra vida.

Cada quien tiene su vocación. Quizá estés llamado a ser el mejor oficinista de toda la vida y de todo el mundo. Quizá tu negocio está llamado a crecer y reproducirse.

Si tienes un negocio y mañana as a trabajar, mucho ánimo. Será un día de muchas ventas porque hoy es quincena y el ambiente de descanso siempre propicia el gasto.

Anímate y no mires al otro con envidia, sino con ojos que quieren aprender. Ya son las 12.

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