El capital de trabajo resulta fundamental para el funcionamiento de cualquier empresa. Para poder operar, cualquier negocio necesita recursos, de modo que pueda cubrir insumos, salarios, materia prima, gastos de servicios (agua, luz, Internet, etc.). Estos recursos deben estar muy a la mano para poder sostener la empresa mes con mes. En ese entendido, el capital de trabajo es lo que sostiene la empresa en su totalidad, sin capital de trabajo suficiente todo se viene abajo.
¿Cómo generar más capital de trabajo?
La capacidad de la empresa por generar efectivo con la menor inversión posible, es una forma de capital de trabajo. Ojo, debe haber un equilibrio; sacrificar calidad por costos menores, puede ser contraproducente, pero tampoco hay que poner en prioridad producto por encima de los precios.
Incremente tus ventas, pues a medida que aumentan, la empresa logra hacerse un flujo de capital de trabajo constante que va hacia arriba. Esto le traerá a tu negocio solidez económica.
¿En qué invertir?
Si tu capital de trabajo te permite invertir, hazlo para aumentar justamente tus ingresos. Toma un papel en blanco y arroja todas tus ideas ¿Qué quieres? ¿Que tus clientes permanezcan más tiempo y consuman más?, ¿que se queden el mismo tiempo, pero consuman más?; ¿que te recomienden?, ¿que tus procesos internos sean más eficientes?, ¿que tus colaboradores se sientan motivados e incrementen su ticket promedio?, ¿que más personas te conozcan?, etc. Una vez que definas qué es lo que piensas que hará que tu negocio incremente sus ventas y, por ende, su capital de trabajo, ponlo en términos numéricos. Esas cantidades no deben ser a mano alzada, deben tener un fundamento.
Ahora, si no tienes capital de trabajo suficiente para implementar alguna de tus ideas, puedes solicitar un crédito; sólo si estás seguro de poder pagarlo en caso de fracasar tu idea o no funcionar acorde a tus expectativas.
Que tu creatividad no tenga límites y que el dinero no sea un impedimento. Remodela tu negocio, contrata más empleados, crea incentivos para tus colaboradores, mejora tus productos, lleva estrategias de marketing impecables o compra algo que le haga la vida más fácil a tu negocio; todo esto, con entera responsabilidad y de ninguna manera a ciegas. Si es necesario pedir un crédito no tengas miedo, piensa que harás dinero con dinero que no es tuyo y las ganancias posteriores serán para ti; en ese caso, tu trabajo habrá valido la pena.