¿A qué le temes? ¿Qué te causa ansiedad? El miedo se define como “angustia por un riesgo o daño real o imaginario” (RAE, 2015). Según la definición, lo primero que tienes que tener bien claro es si es un riesgo real o imaginario. Si el daño es real, entonces el miedo debe ser el motor para que tu precaución se agudice.
Si ves que algo está pasando con tu negocio o el mercado, entonces tu miedo tiene un fundamento real. De esa forma puedes tomar las medidas necesarias. Para eso es el miedo, para que vayas un paso adelante y no sufras las consecuencias de realidades que se pudieron evitar.
3 miedos comunes
1. Miedo al fracaso
Es el miedo más común cuando estás a punto de emprender. No empiezas algo porque existe una posibilidad de que no funcione. ¿Alguien alguna vez ha empezado un negocio sin correr riesgos? No, nunca, eso no existe.
Si el riesgo al fracaso no existiera cualquiera empezaría proyectos y tendría éxito. Cuando inviertes tu dinero en alguna institución financiera tienes dos opciones: mucho riesgo o poco riesgo. El riesgo alto, te genera muchas ganancias en caso de que salgas triunfante. El riesgo bajo, pase lo que pase, te generará pocas ganancias.
Un negocio propio es algo de muchas ganancias por definición (al menos en porcentajes). Es obvio que el riesgo también esté presente. La forma como puedes aminorar o eliminar el riesgo es adelantándote.
2. Miedo al éxito
La raíz de este miedo está en el miedo al cambio, a pisar terreno desconocido. Como cambiarte de ciudad, renunciar a un trabajo, incluso dejar tu país natal alejándote de tus seres queridos. Deberás aprender una lengua nueva, buscar dónde vivir, vender tu coche, etc. No es tan sencillo como suena.
Este es un miedo común en personas que tienen un trabajo regular de oficina, donde reciben un sueldo decente, con el que viven sin grandes dificultades. Y de repente, se les presenta una oportunidad de crecer en grande, pero implica renunciar a su posición de comodidad actual.
Lo importante aquí es que ponderes con la cabeza fría cuáles serían las consecuencias de tus decisiones. ¿Qué pasa si te quedas donde estás y qué pasa si das el paso?
3. Miedo a no saber
Común en personas con baja autoestima. Los conocimientos se pueden adquirir. Si no sabes hacer algo, te capacitas, practicas y listo. Nunca hay que rechazar una oportunidad de oro con la excusa de que no te sientes preparado.
Nunca estaremos 100% preparados para todas las cosas que nos trae la vida. Así que esta es un invitación a lanzarte. No temas. Si alguien se fijó en ti y te está ofreciendo una oportunidad, tómala. Suena imprudente, ¿pero qué es lo peor que puede pasar?
El camino más corto para superar tus miedos es conociendo las causas. ¿Por qué tienes miedo? Además, debes identificar perfectamente todas las cosas a las que les tienes miedo. Haz una lista y ve especificando el motivo y las soluciones que puedes poner en práctica.
El miedo debe ser un motor de prudencia, no un paralizador.