En los negocios el crédito y el dinero son dos herramientas imprescindibles; el primero es la palanca facilitadora, mientras que el dinero que va invertido es el motor. Un crédito puede dar muchos beneficios y es una buena oportunidad para realizar inversiones valiosas en la empresa, por ello el dinero prestado siempre debe ser correctamente empleado para la prosperidad del negocio. Según la especialista en finanzas personales y creadora de blogylana.com, Sonia Sánchez-Escuer, estas son las situaciones para conocer cuándo sí y cuándo no pedir un crédito:
Mejora la infraestructura del negocio
Cuando el negocio comienza a crecer es ideal que la imagen y los instrumentos de trabajo mejoren para generar una mejor impresión y con ello ampliar la cartera de clientes. Una buena idea para utilizar el crédito es invirtiendo en la infraestructura del negocio. Esto puede significar comprar más material, maquinaria sofisticada, cambiarse de local o simplemente mejorarlo.
Gastos operativos
Los sueldos y rentas son gastos que corren mensualmente en la empresa y son indispensables para que ésta sea sustentable. En caso de no cubrirlos es necesario evaluar por qué razón no se pueden solventar, ya que esa es pieza clave para que la empresa crezca.
La recomendación es no tener la nómina, o cualquiera de estos gatos a crédito por cualquier cosa que no salga bien, como el movimiento del mercado, una crisis o una devaluación. Un crédito debe de ser algo que se emplee con mucho cuidado.
Haz crecer tu negocio
La expansión del negocio es la mejor forma de hacer rendir un préstamo, ya que al ser una empresa con demanda se tiene mayor probabilidad de que el propio negocio salde la deuda. Este modelo lo siguen los grandes empresarios y es una buena forma para no invertir el dinero propio que se puede ahorrar o bien, solventar gastos del propio negocio. Lo más importante es que el crédito siempre sirva para hacer crecer el negocio, no para gastar el dinero en cuestiones personales.
Inicia un negocio
Comenzar desde cero es todo un reto para los emprendedores. El principal obstáculo al que se enfrentan es la de la inquietud de saber si su negocio va a prosperar. Por esa misma incertidumbre se recomienda iniciar con un capital propio construido a base de ahorros. Lo ideal es no pedir un crédito antes de que el negocio sea autosustentable.
Inversiones laterales
Cuando un negocio comienza a ser sustentable y se pretende invertir en otro giro, se recomienda hacerlo por medio de un crédito para evitar descapitalizar o quitarle parte de los gastos operativos al primer negocio. Una inversión lateral se puede usar como una especie de respaldo, o algo relacionado con la generación de crecimiento de dinero.
**Sonia Sánchez-Escuer es escritora especialista en finanzas personales y fundadora de blogylana.com. Estudió comunicación y ha sido fuente de información para para medios como El Financiero, Milenio, CNN Expansión, El Economista, Dinero Inteligente, El Financiero BloombergTV, Publimetro, Radio Mil Viajes, W Radio, Exa Mérida, entre otros.