Para comenzar o empujar un negocio se necesita dinero, y no poco. Existen préstamos específicos para emprender, la clave consiste en analizar el tipo de condiciones de pago y los intereses que cobran.
La mayoría de los emprendedores inician un negocio con cierto nivel de endeudamiento, lo que significa que existe una posibilidad inminente de quiebra si no se sabe administrar la deuda. Un préstamo para tu empresa debe asegurarte las más bajas tasas de interés.
¿Cuál es el préstamo ideal para iniciar un negocio?
Actualmente existen financiamientos a la medida de cada negocio, otorgados por diversas entidades crediticias, desde instituciones gubernamentales, donde además se proporcionan capacitaciones y cursos, hasta créditos ofrecidos por los bancos.
En algunos casos, el dinero se proporciona para cubrir montos específicos de maquinaria o equipo necesario para el negocio, mientras que otros son préstamos para gastos derivados del emprendimiento de una nueva empresa.
Otra opción viable es el préstamo para nuevas empresas que ofrecen las Sociedades Financieras Populares (SOFIPO), las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamos (SCAPS) y las Sociedades de Objeto Múltiple (SOFOMes). Este dinero se entrega con ciertas limitaciones para su uso, por ejemplo en el tipo de gasto que debe hacerse y que involucre directamente a la creación de una empresa, por ejemplo la compra de mobiliario, renta, equipo de cómputo, etc.
5 formas en que los emprendedores un negocio toman un préstamo
Cuando decides abanderar un negocio, eres responsable al 100% de cada peso que entra y sale. Aquí tienes un panorama de cómo afrontan los préstamos los emprendedores actualmente:
#1 Sin temor
De la idea a la realidad seguramente hay una brecha muy grande. Los emprendedores confían en sus habilidades y se comprometen a sacar adelante este proyecto, porque es tuyo y de ti depende que tenga éxito, vale la pena la inversión.
#2 Invierten en lo que son expertos
Si conjuntas tus habilidades y tus pasatiempos tienes una clave de éxito empresarial, cuando llegues a este equilibrio no dudes en invertir en tu negocio, así disfrutarás de aplicar tu dinero y hacerlo rendir.
#3 Claridad en el objetivo
Define el foco de tu negocio y delimita sus alcances. Si abarcas mucho al comienzo puedes perder el control, crece hasta donde puedas imaginar, pero paso a paso.
#4 Agotan sus “otros” recursos
Muchas empresas empiezan de forma austera. ¿Cómo? Echa mano de lo que ya tienes, tu casa, tus conocimientos, tu auto, tu material, etcétera. Ganar no es sinónimo de gastar, una vez que obtengas resultados podrás hacerte de artículos nuevos para el negocio.
#5 Buscan aliados y socios
Los créditos son deudas grandes que se hacen más llevaderas si son compartidas con alguien de confianza. Si percibes que serás rebasado por las exigencias del nuevo proyecto, analiza quién podría unirse contigo. ¿Comparten objetivo y que esté dispuesto a compartir gastos y responsabilidades? No lo dudes y propónselo