¿Trabajar bajo presión es bueno para las empresas?

Cada vez es más recurrente que un requisito que piden las empresas para la contratación sea el ‘gusto por trabajar bajo presión’ o ‘tolerancia al estrés’, haciendo que esto sea no sólo recurrente en los trabajos, sino que llegue a ser un factor determinante a la hora de atraer nuevo talento.

¿Pero trabajar bajo presión debe ser considerada una virtud o hay algo que no está bien en eso? Sobre este tema la Association for Falent Development (ATD) ha estudiado el fenómeno del estrés llegando a conclusiones muy interesantes.

trabajar bajo presion es bueno para las empresas

¿Es bueno el estrés para los trabajadores?

Pongamos como ejemplo a una Pyme que se dedica a las ventas. Una empresa puede pensar que su equipo de ventas está listo para cualquier reto pues ha invertido mucho en la metodología de ventas, herramientas y capacitación.

Nada puede salir mal, pero aquí es donde nace la pregunta de ¿qué sucede en el momento en que las metas son altas y la presión va en aumento? La ATD resalta que incluso cuando un negocio tiene a los mejores vendedores, siempre habrá situaciones que presenten desafíos que pongan en riesgo la operación más ‘sencilla’.

Este fenómeno también ha sido estudiado por investigadores como Malcom Gladwell catalogándolo como el ‘arte del fracaso’. Malcom plantea que ciertas situaciones pueden ser tan estresantes para algunas personas que terminan alterando la capacidad para ‘vender’.

El ejemplo pone frente a nosotros a un vendedor aparentemente bien preparado, pero una presión constante puede provocar que este, por mas bueno que sea, comience a hablar excesivamente, que no lea las pistas de los clientes, que no haga buenas preguntas o incluso que proyecte una postura y tono de cuerpo defensivo.

¿Trabajar bajo presión es bueno para las empresas?

La ATD, por su parte, resalta que un ejemplo del constante estrés y sus consecuencias puede verse en profesionales altamente capacitados para actuar bajo una gran presión como los astronautas o los pilotos comerciales.

Los astronautas pueden entrenar durante más de un año para una misión relativamente corta o los pilotos practican emergencias repetidamente en simuladores, pero nada de eso es una garantía de que en algún momento la presión no tenga consecuencias psicológicas en ellos que los lleven a cometer errores.

Claro que estamos hablando de personas que se entrenan por años para soportar el estrés, pero en el mundo real nos referimos a vendedores o trabajadores que no tienen un entrenamiento tan riguroso.

¿Qué le pasa al cuerpo ante el estrés?

Estudios de la Escuela de Medicina de Harvard encontraron que cuando alguien experimenta un evento estresante, los cambios en la amígdala envían señales de angustia que se comunican a través del sistema nervioso, creando una oleada de adrenalina, cortisol y otras hormonas relacionadas con el estrés.

Básicamente Harvard encontró que durante un periodo de estrés el corazón se acelera, la presión arterial aumenta, el pecho se contrae y la respiración se vuelve muy superficial, sucesos que provocan que las actividades que normalmente son fáciles de hacer se vuelvan difíciles o imposibles.

Di no al estrés

Los expertos coinciden en que ser expertos, pero flexibles durante un momento de alto riesgo se traduce en compromisos de clientes consistentemente exitosos.

Para combatir el estrés la ATD recomienda a las empresas y negocios analizar sus estrategias de ventas e inversiones para incluirles enseñanzas sobre comportamientos predeterminados que garanticen que su equipo podrá desempeñarse bajo presión.

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