En abril 10 de cada 100 mexicanos están desempleados

Durante el mes de marzo la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), registró un preocupante promedio de 4 de cada 100 mexicanos en situación de desempleo, su nivel máximo en 28 meses.

Ahora durante abril, la desaceleración en la economía mexicana y la falta de inversión nacional y extranjera han resultado en peores cifras que marzo.

¿Cómo estuvo el desempleo durante abril?

El Inegi detalla que durante abril del 2019 la Tasa de Ocupación Parcial y Desocupación (TOPD1) alcanzó su máximo nivel desde octubre del 2017, representando al 9.7% de los económicamente activos.

Esto refleja que en México al menos 10 de cada 100 mayores de 15 años se encuentran desempleados o en algún trabajo parcial (menos de 15 horas por semana).

Y los que tienen empleo, buscan ganar más

Otro dato que presentó el Inegi y ha preocupado a diversos expertos es la Tasa de Subocupación que se colocó en 7.4% de los económicamente activos. Esto quiere decir que 7 de cada 100 trabajadores se encuentran buscando un empleo adicional para que les alcance el dinero.

CDMX, la segunda entidad con más desempleo

Si desglosamos los datos de la ENOE por entidad, la Ciudad de México fue la segunda entidad con mayor desempleo sólo por debajo de Tabasco.

Para la capital la Tasa de Desocupación ascendió a 4.8% de los mexicanos económicamente activos; por su parte la tasa de Tabasco ascendió a 7.6%.

En el tercer lugar de las entidades con mayor desempleo durante abril del 2019 lo ocupó Durango, en donde 4.7% de la población económicamente activa se encuentra desempleada.

Más abajo en el top de las entidades sin trabajo se encuentran Coahuila (4.2%), el Estado de México (4.1%), Tlaxcala (4.0%), Baja California Sur y Sonora (3.8%) y Guanajuato y Nayarit (3.6%).

¿Existe una solución al desempleo?

Desde hace años es bien sabido que una forma positiva para combatir el desempleo en México es el apoyo a las pequeñas y medianas empresas (Pymes).

Aunque pareciera que las grandes empresas o el Gobierno son las principales fuentes de trabajo, en México el 99.8% de las empresas son Pymes que aportan 42% del Producto Interno Bruto; sin mencionar que generan 78% de los empleos en el país.

Las Pymes tienen tal importancia que hoy en día los gobiernos de países en desarrollo reconocen la importancia de estas por su contribución al crecimiento económico o bien a la generación de empleos así como al desarrollo regional y local.

El problema es que, a pesar de su importancia en la economía del país, las Pymes mexicanas continúan enfrentándose a una serie de retos como sobrecargas fiscales o falta de inversión.

Según el Reporte de Crecimiento y Crédito de las pymes realizado por Konfío, la falta de acceso a crédito continúa siendo el principal freno de este sector productivo. Al comparar resultados de 2017 y 2018, el reporte indica el porcentaje de clientes que reportan crédito empresarial se mantuvo en 15% (un nulo avance).

Las Pymes se contagian de la informalidad

Junto a la falta de apoyo en la inversión, se suma justamente la sobreregulación jurídica y fiscal que existe actualmente en México. Y es que la serie de requisitos federales, locales y municipales son tantos que terminan distrayendo de la operación diaria a los empresarios.

Sólo en materia de regulación normativa y jurídica se cuentan con dos mil 800 trámites diferentes para empresas con 127 reglamentos y más de 298 disposiciones.

Con todo esto los especialistas apuntan a que es normal que además de inhibir la movilidad comercial, todos los trámites con los que debe de cumplir una Pyme y la falta de fluidez en materia regulatoria, alientan la informalidad y la corrupción.

Claro que ser una Pyme formal trae consigo muchas ventajas como acceder a mejores oportunidades de financiación para crecer nuestro negocio y que disminuya así el desempleo. Es por eso la importancia de que, según los expertos, exista una desregulación que beneficie directamente a las pequeñas y medianas empresas para dar paso a un mayor dinamismo de la economía.