10 cosas que nadie te dice sobre finanzas al emprender

10 cosas que nadie te dice sobre finanzas al emprender

10 cosas que nadie te dice sobre finanzas al emprender

Las finanzas suelen ser el tema más difícil de entender y llevar a cabo para los emprendedores, así que a continuación compartiremos contigo las 10 cosas que nadie te dice sobre ello.

#1 Espera a emprender hasta tener orden en tus finanzas personales

La mejor decisión que puedes hacer antes de emprender es no hacerlo sino hasta que tus finanzas personales tengan un orden. Sí, sabemos que tal vez ese desequilibrio o falta en de recursos es lo que te impulsa u obliga a hacerlo; pero siendo realistas, emprender significa invertir. Por esto, debes tratar de mejorar tus finanzas personales para evitar un doble endeudamiento.

Asegúrate de dividir tus ahorros dependiendo de los imprevistos que puedan suceder o las metas que quieres lograr. Liquida las deudas pendientes que tengas y que generen mayores intereses. Utiliza al mínimo tus tarjetas de crédito y piensa en formas de reducir los gastos.

#2 Tener un plan financiero no es una opción sino una necesidad

El plan financiero es el documento más importante de un negocio, ya que muestra la viabilidad que existe en el proyecto. También ayuda en la administración los recursos económicos para que logres tomar mejores decisiones pensando en el futuro.

Dentro de tu plan financiero debe estar la información referente a cuáles serán tus ingresos conforme vaya pasando el tiempo, las inversiones necesarias para lograr las metas y las cuentas actualizadas por pérdidas y ganancias. De igual manera, trata de incluir un balance provisional para que constantemente puedas comparar y analizar el desempeño.

#3 También debes revisar la contabilidad por tu cuenta

Aunque prefieras dejar la contabilidad en manos de un experto o algún despacho externo, tu también debes estar al tanto de los movimientos financieros que suceden día a día. Pide los análisis mensuales o semanales y contrasta la información que te comparten con la tuya.

Esto ayudará en gran medida a que estés consciente de cómo se está moviendo tu dinero y poder disponer de él ya sea para invertir, mejorar los procesos, contratar más personal, etc. Puedes apoyarte de herramientas digitales que te ayuden a los cálculos y que esto solo tome unos minutos. Por ejemplo, existe Kompás que te ayuda a vincular la facturación de tu negocio y así monitorear los ingresos y egresos en tiempo real.

#4 Los ingresos a veces serán nulos o muy estables

Una realidad inevitable, es que no recibirás un sueldo hasta que logres que tu negocio empiece a trabajar por sí solo. Y eso no es todo, habrá momentos en los que apenas generará ganancias y se mantendrá tan estable que necesitarás implementar estrategias. Por ejemplo, crear una alianza con una empresa que no compita directamente contigo, lanzar campañas de marketing, ampliar tu mercado ofreciendo más variedad, etc. Recuerda que una inversión no es un gasto sino un camino para incrementar el valor que hasta ahora tiene tu negocio, lo que nos lleva al siguiente punto.

#5 El financiamiento es el mejor acompañante para crecer

Cuando un negocio logra sobrevivir, lo siguiente es hacerlo crecer. Y la única forma en que se puede lograr es mediante el apalancamiento, es decir, la unión entre el capital propio y un financiamiento. Por un lado debes reinvertir tus ganancias y por el otro obtener un monto que realmente sea útil para poder cubrir los gastos que van más allá de tus capacidades.

Muchos emprendedores mantienen una barrera entre solicitar un crédito por miedo al endeudamiento. Sin embargo, no necesariamente tiene que terminar mal, conforme administres su uso de manera inteligente, podrás hacer que tu negocio crezca. Además, en México, los créditos para capital de trabajo están exentos del cobro de IVA. Así que solo tendrás que estar pendiente por pagar el capital prestado más los intereses y/o comisiones que la institución financiera establezca.

#6 Tratar de evadir las obligaciones fiscales te estancará

La diferencia principal entre los negocios formales e informales, es la oportunidad que tienen de crecer y sobresalir en su industria. Al ser un negocio formal, no sólo puedes obtener créditos o financiamientos, sino también tener mayores oportunidades de negocio con empresas más establecidas. Incluso los inversionistas pueden voltear a ver tu empresa y analizar la viabilidad para aportar su capital.

#7 Invertir en talento amplía tu visión y potencial

Otra cosa que inclusive empresarios minimizan, es invertir en talento. Contar con colaboradores que realmente tengan mayores habilidades que tú y sean expertos en su tema, te ayudará a aprender más y ampliar la visión de tu empresa imaginando el potencial que puede tener. El pago de nómina para poder retenerlos no será un gasto, sino una ganancia que se verá reflejada en los logros que juntos adquieren.

#8 Debes tener un presupuesto para todo

Establecer un presupuesto para cada rubro dentro de tu negocio, te ayudará en los primeros años para poder tener un control de gastos. Es importante que desde el comienzo cuides muy bien hasta el mínimo egreso que generes. Puedes idear un presupuesto en general, pero hacer uno específico para cada rubro es mejor. Por ejemplo, tener un presupuesto para la compra de toda la materia prima, puede ser muy útil al momento de comparar proveedores y así elegir el mejor.

#9 Paga a tiempo tus deudas

Con todas las actividades que implica emprender, suele ser difícil recordar las fechas de corte que tienes para pagar a un proveedor que te ofrece sus servicios o productos mediante crédito o inclusive el financiamiento que mantiene tu negocio, pero es importante que lo hagas. Ya que al pagar todas tus deudas en tiempo y forma, evitas generar intereses moratorios o cargos extras que disminuyan la liquidez con la que cuentas.

#10 Invierte en más cosas en cuanto tengas la oportunidad

Además de invertir en tu negocio, busca más opciones en las que puedes poner tu dinero. El riesgo de fracasar siempre está latente, así que debes contar siempre con un plan de refuerzo. Invertir fuera de tu negocio disminuye la presión financiera a largo plazo. Es decir, mientras tengas más opciones para que tu dinero genere ganancias con el menor esfuerzo (invertir en Cetes, bonos, acciones o proyectos), podrás crear un portafolio redituable que sea un ingreso extra.

Recuerda que emprender es un proceso que mientras más planeado se tenga, las probabilidades de lograr el éxito serán mayores.

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