Facilita los pagos en tu consultorio: beneficios de las Terminales Punto de Venta

Los profesionistas independientes, o quienes ejercen a la manera de una Pequeña y mediana empresa (Pyme) formal, pueden encontrar en las terminales de pago una herramienta fundamental para los cobros de sus servicios, pero también un aliado para la seguridad y comodidad de las personas a las que atienden.

Médicos, dentistas, oftalmólogos, son algunos de los profesionales para quienes una Terminal Punto de Venta (TPV) resulta conveniente para sus consultorios o despachos, a fin de reducir los riesgos vinculados al uso del dinero en efectivo, en especial cuando se trata de servicios que pueden significar decenas de miles de pesos.

Las terminales de cobro les permiten ofrecer a los clientes la opción de pagar con tarjetas de débito y crédito, lo cual además de una facilidad representa en ocasiones una necesidad al tratarse de servicios que pueden solicitarse de manera súbita en el caso de emergencias.

Están también las ventajas que brindan tanto a los profesionales como a los clientes al llevar un control preciso de ingresos y gastos, respectivamente, así como otras facilidades cuando llega el momento de hacer balances y cumplir con las obligaciones fiscales.

El total de las Terminales Punto de Venta -alrededor de 4 millones sumando las de banca, entidades de ahorro y crédito popular y de los llamados agregadores- logró cubrir a dos mil 321 municipios en el país, lo que representó el 94 por ciento del total, en diciembre de 2021.

Además, la cobertura demográfica llegó al 99.8 por ciento en ese momento, de acuerdo con el Panorama Anual de Inclusión Financiera 2022 de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

En tanto, las tarjetas vigentes de crédito llegaron a 34.2 millones y las de débito sumaron 175.2 millones hasta marzo de 2023, según datos del Banco de México (Banxico), por lo que resulta comprensible que las terminales de cobro funcionen en prácticamente todo el país.

TPV para seguridad médicos y pacientes

El uso de tarjetas para pagar médicos y dentistas puede rebasar en un día las 100 mil transacciones. Sólo el 30 de junio pasado se registraron más de 99 mil 300 operaciones con tarjetas, de las cuales 60 mil 100 correspondieron a débito y 39 mil 300 a crédito.

El pago con los llamados “plásticos” tiene diversos beneficios. Uno de los principales es que se da al paciente y a sus familiares tranquilidad al evitar cargar en efectivo decenas de miles de pesos que pueden extraviarse en el traslado o corren el riesgo de ser robados.

Los costos de una intervención médica son muy variables y dependen de distintos factores: el diagnóstico, el momento, las características del paciente, el prestigio del médico, hasta el lugar de la operación, entre otros, pero pueden tomarse como referencia algunos procedimientos frecuentes.

Una operación de catarata puede ir desde 30 mil hasta 65 mil pesos por cada ojo; una intervención de rodilla desde 30 mil hasta más de 100 mil pesos; y una cirugía de vesícula puede empezar desde los 35 mil pesos, con base en información de los sitios en Internet de prestadores de servicios médicos.

Por ello es conveniente que los médicos ofrezcan la opción de pagar con tarjetas de crédito o débito, así como a meses sin intereses, evitando al paciente y a los familiares reunir de un momento a otro grandes cantidades y moverse con el dinero en efectivo.

Pagos con tarjetas a dentistas

El Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registraba más de 63 mil consultorios dentales en el país en julio de 2023, aunque se calcula que la fuerza laboral llega a 147 mil personas.

Los precios de los servicios dentales varían también según diversos factores, pero las cantidades son muy distintas a las de intervenciones quirúrgicas más complejas. Por ejemplo, una extracción de muela del juicio (terceros molares) puede ir de mil a 3 mil pesos, mientras que la colocación de brackets ligados ronda los 30 mil pesos.

Sin embargo, una terminal de cobro resulta de gran utilidad para los odontólogos pues hay procedimientos distintos, frecuentes y que se completan en varias sesiones, por lo que se puede facilitar al paciente la posibilidad de realizar el pago con tarjeta de crédito y débito.

Asimismo, pueden presentarse urgencias que toman al paciente sin el presupuesto en efectivo para atenderlas, viéndose en la necesidad de utilizar los “plásticos”. Otros profesionales pueden igualmente aprovechar el uso de las TPV cuando realizan cobros frecuentes.

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