Las tarjetas de crédito empresariales tienen una serie de características para facilitar la administración de las Pequeñas y medianas empresas (Pymes), generarle ahorros y hacerlas crecer. Se trata de diferencias importantes en comparación con las tarjetas para el consumo personal.
Las diferencias entre ambas suelen estar en el Costo Anual Total (CAT), en las tasas de interés, en el número de comisiones y sus montos, en las anualidades, los cobros por tarjetas adicionales y reposiciones por robo o extravío, entre otros conceptos. No obstante, la tarjeta empresarial es más conveniente para el negocio al considerar que es una solución para controlar recursos, pero también para deducir gastos.
Los requisitos para obtenerlas también son distintos. Las tarjetas de crédito empresariales son una herramienta para los negocios y por eso pueden requerirse elementos diversos, incluso cuando se trata de una persona moral o una persona física con actividad empresarial.
Hasta el cierre de marzo de 2023 había más de 34 millones 200 mil tarjetas de crédito vigentes en el país, de acuerdo con información del Banco de México (Banxico). Las tarjetas personales “de los dueños” aún son usadas para pagar gastos de los negocios a pesar de las desventajas e incluso riesgos que esto implica, como confundir desembolsos propios con los de la empresa e incurrir en errores al presentar la declaración de impuestos.
Las tarjetas de crédito “de las dueñas” o “los dueños” de las pymes están entre los principales medios que usaron las compañías para realizar sus gastos en 2020, alcanzando un 12.8%, como registra la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (Enafin) 2021.
En tanto, las tarjetas corporativas fueron utilizadas por el 15.1% de los negocios en 2020. Un dato alentador es que el uso de este instrumento creció desde el 13.5% registrado en 2017. No obstante, el efectivo se mantuvo como el principal medio que usaron las empresas para realizar sus gastos en 2020.
Las tarjetas de crédito empresariales ofrecen ventajas para las Pymes, diferentes opciones y oportunidades que no se consiguen con una tarjeta para consumo personal. Algunas de estas ventajas han sido señaladas con frecuencia y se debe insistir en ellas, al tiempo que conviene apuntar otras que han surgido con la tecnología y ayudan a las empresas a controlar recursos, ahorrar y crecer.
La tarjeta empresarial brinda orden y claridad
La separación de gastos del negocio de los personales a fin de mantener un orden y claridad en las cuentas de las pymes es una de las razones más mencionadas para utilizar una tarjeta empresarial, pues es fácil perder de vista y confundir pagos cuando todo se carga a la tarjeta personal.
Dicha separación ha pasado de ser una comodidad, a una necesidad, hasta representar un beneficio, y la mejor manera de hacerlo es con una tarjeta de crédito empresarial ya que no sólo evita confusiones cuando se revisan los gastos sino que impiden el uso sin control de recursos.
Las tarjetas de crédito corporativas generan ahorros e impulsa la deducibilidad
Una tarjeta empresarial que puede funcionar vinculada a una aplicación hace posible, entre otras cosas, el pago de impuestos y servicios con sólo una foto desde el teléfono celular, así como hacerlo a meses sin intereses, lo cual genera ahorros en tiempo y recursos al evitar traslados y trámites.
Además, los procesos manuales se superan cuando se automatiza la conciliación de facturas, permitiendo a los trabajadores del negocio concentrarse en temas como la productividad y el crecimiento.
El registro de cada gasto y la conciliación automatizada también impulsan la máxima deducibilidad posible, con lo cual se facilita el cumplimiento de las obligaciones fiscales y al mismo tiempo se evitan pérdidas en estos procesos. Sólo esta ventaja debería considerarse suficiente para dejar de usar la tarjeta de crédito personal para gastos de las pymes.
Otra manera de controlar y ahorrar recursos es mediante la asignación de límites de gasto y la personalización de presupuestos del usuario de la tarjeta titular, así como de quienes usan las tarjetas adicionales.
Beneficios de las tarjetas corporativas
Algunas tarjetas empresariales dan acceso a beneficios, como promociones y descuentos que se traducen en ahorros. Por ejemplo, tarifas especiales en líneas aéreas y a meses sin intereses, además de soluciones de movilidad, alimentación y productividad para colaboradores y clientes.
Aunque las bonificaciones y estímulos son asociadas usualmente a las tarjetas de crédito para consumo personal, en el futuro podrían surgir propuestas que generen recompensas cuando las Pymes realicen pagos como parte de la operación del negocio.
Konfío ofrece a las Pymes del país la Tarjeta Empresarial que les permite contar con liquidez inmediata y hasta 50 días de financiamiento sin intereses, además de la opción de elegir de 3 hasta 12 meses para comprar con una tasa preferencial y adelantar compras de las empresas con pagos fijos. Es una solución con todas las ventajas para controlar los recursos del negocio, lograr ahorros e impulsar su crecimiento.