Corregir las malas decisiones es de sabios. A algunos la palabra “deudas” los hace ponerse enfermos, caminar rápido o esconder la cara. Pueden ser deudas adquiridas por necesidad o errores de personas ajenas a nosotros; alguna enfermedad; incluso un despreciable robo. En estos casos no habrán sido malas decisiones sino simples devenires que por mucho que nos movimos no los pudimos evitar.
Ok, relájate, respira y sigue leyendo.
Pasos para arreglar los errores:
1. Calma
Cántale con J Balvin: “Ey, ven acá, no pierdas el tiempo, aprovecha el momento y trrrrranquila”.
Cierra los ojos, visualiza su bienestar, tu objetivo y cuando los vuelvas a abrir ábrelos con decisión y confianza. Tú puedes. La vida está llena de pruebas y dificultades, nada nuevo. Y esta dificultad no te va a tener en el piso
2. Plan
Ahora haz un breve plan en tu mente sobre la posible solución a tu situación. Es importante que encuentres alguna solución. Si estás en blanco, siéntate y ponte a escribir ideas. Sé honesto, aquí no necesitas disimular:
- ¿De cuánto es tu deuda?
- ¿Estás pagando demasiados intereses?
- ¿Cómo puedo negociar mi deuda?
- ¿Cuánto necesito para liquidar mi deuda?
- ¿Qué puedo hacer para sacar un dinerito extra?
- ¿Quién me apoya?
3. Ejecuta
Empieza a tomar acción. Al toro, por los cuernos porque si titubeas y le entras con miedo vas a acabar en el piso en el mejor de los casos…
Solamente piensa esto: “Tú puedes”. Si ya has llegado hasta aquí ¿por qué no podrías superar esto?
Y visualiza el objetivo, no lo pierdas de vista. Tener una motivación fuerte te ayudará a trabajar todos los días para arreglar tu deuda.
Olvidarse e ignorar una deuda (por muy injusto que sea) nunca es una sabia decisión. Tarde o temprano te va a perjudicar. Lo mejor es solucionarla mientras puedas.