
Una vez conocida la noticia de que Estados Unidos sube a 50% el arancel al acero y aluminio surgen entonces las preguntas: ¿cómo queda México frente a la medida y al T-MEC? ¿Cuáles son las reacciones? ¿Hay oportunidades para las pymes en esta situación?
Características de las medidas arancelarias
Se trata de un aumento que duplica el 25% de aranceles que se impuso en marzo. La medida incluye un cambio y es que el porcentaje anunciado reemplaza la regla del arancel ligado al fentanilo.
Hasta el día del anuncio si un producto que estuviera fuera del T-MEC y estuviera ligado al fentanilo, debía pagar 25% sobre otro porcentaje arancelario. En otras palabras, si un producto tenía dos aranceles, uno por el fentanilo y otro por otra medida, sólo pagaba el relacionado con el del fentanilo.
El cambio está en que el arancel a los metales es el prioritario, lo que han denominado como stacking order swap. Es decir que frente a dos porcentajes arancelarios, se paga el 50%, incluso si el segundo es uno relacionado con el fentanilo.
¿Por qué se toma esta medida? El gobierno estadounidense argumenta razones de seguridad nacional, incentivar la competitividad de la industria nacional y contrarrestar el dumping, es decir, la venta del producto por debajo del costo. Para ello se ampara en la sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que data de 1962.
¿Hay protección con el T-MEC?
La misma ley habilita a Estados Unidos a aplicar las tarifas actuales sobre otras medidas o acuerdos, incluidos los de libre comercio y entre ellos el T-MEC. Las excepciones acordadas no sólo afectan a México y Canadá, sino a otros países con tratados comerciales, incluyendo a Argentina y Brasil o a territorios como la Unión Europea.
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En el antecedente reciente se han mantenido los acuerdos comerciales del tratado, pero en esta ocasión no se vislumbra el mismo escenario para aluminio y acero.
En cuanto al proceso que lleva la Corte de Comercio Internacional de Estados Unidos (CIT, por su sigla en inglés), tampoco se prevén cambios. La razón es que el litigio es sobre la validez de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Nacional (IEEPA por su sigla en inglés) que se invocó en la primera ola arancelaria.
La IEEPA otorga poderes al presidente de Estados Unidos para afrontar una crisis “sin necesidad de hacer investigaciones previas”, como indica Expansión. El caso de los metales no entra bajo el paraguas de esta ley, y queda por lo tanto fuera del alcance del caso de la Corte.
El Gobierno de México indica “Desde nuestra perspectiva, no tiene sustento legal. Porque hay un tratado comercial. Se está viendo por razones de seguridad nacional de Estados Unidos”, en palabras de la presidenta Claudia Sheinbaum.
México tiene previsto entablar negociaciones en Washington en cabeza del Secretario de Economía, Marcelo Ebrard. Las vías diplomáticas se presentan como prioridad y si no hay acuerdo, indica Sheinbaum, “ ya nosotros estaríamos anunciando las acciones (que se tomarán)”.
Cuál es el impacto de los aranceles
El principal impacto es para la cadena productiva relacionada con el acero y el aluminio en sectores como el automotriz, la construcción, el metalmecánico y el electrónico.
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También se traslada el impacto a ciertas zonas del país, por ejemplo, Querétaro que tiene el acero como el principal insumo para el 70% de las empresas.
Las medidas impactan a un flujo de comercio bilateral de 4 mil millones de dólares en productos terminados, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (CANACERO). Se trata de un sector que representa el 1.4% del PIB.
Entre abril y mayo ya se habían reducido a la mitad las exportaciones a Estados Unidos, después de anunciar el arancel del 25%.
En Estados Unidos se puede ver el impacto a partir de la experiencia de 2018, en que se impusieron también aranceles al acero y al aluminio. En ese entonces subió el precio del acero en 9% comparación con el año anterior, al cierre del año el costo adicional que Estados Unidos pagó por el acero fue de 5.6 mil millones de dólares.
Oportunidades emergentes en medio del desafío
Sustitución de importaciones: fortalecimiento del mercado interno
El incremento en el costo de los productos importados, resultado de la imposición de aranceles, genera un espacio propicio para que la producción nacional satisfaga una porción de la demanda previamente cubierta por el exterior. Iniciativas gubernamentales, como el «Plan México», buscan explícitamente elevar el contenido nacional de los productos y fomentar la sustitución de importaciones.
Se sugiere a las pymes analizar de forma exhaustiva las fracciones arancelarias de productos, especialmente en sectores como el acero y sus derivados, donde ya se ha resaltado la importancia de inversiones en aceros especiales para reducir la dependencia de importaciones.
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Evaluar la capacidad técnica y financiera para producir estos bienes de manera competitiva para el mercado local se torna fundamental.
Reconfiguración de cadenas de suministro: potencializar el nearshoring y la proveeduría local
La presión arancelaria, sumada a la tendencia global de búsqueda de mayor resiliencia en las cadenas de suministro (conocida como nearshoring), está incentivando a grandes empresas tractoras –especialmente en los sectores manufacturero y automotriz– a desarrollar y fortalecer su base de proveedores locales y regionales en México.
Para posicionarse como una alternativa confiable y competitiva, es crucial que las pymes inviertan en la obtención de certificaciones de calidad reconocidas internacionalmente, optimicen sus procesos productivos para cumplir con estándares globales y busquen activamente la integración en las cadenas de valor de estas empresas tractoras.
La proximidad geográfica con Estados Unidos y la integración productiva bajo el T-MEC continúan siendo ventajas comparativas significativas para el país.
Innovación y especialización: hacia productos de alto valor agregado
La viabilidad de las empresas podría depender de su capacidad para manufacturar y exportar productos con un alto valor agregado. Esto indica una clara oportunidad para aquellas pymes que puedan evolucionar hacia nichos de mercado que demanden aceros especializados, componentes con un mayor grado de transformación tecnológica o productos que incorporen diseño, ingeniería y soluciones innovadoras.
Las pymes deberían explorar la inversión en investigación y desarrollo (I+D), la adopción de nuevas tecnologías (como la inteligencia artificial en procesos industriales), y el enfoque en sectores que demanden componentes metálicos de alta precisión o aceros especiales, tales como el aeroespacial, el de dispositivos médicos o segmentos emergentes de la electromovilidad.
Para financiar estas transformaciones y capitalizar las oportunidades que surgen, los préstamos en línea a largo plazo pueden ser una herramienta financiera esencial para la inversión y el crecimiento sostenido.
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Diversificación de mercados de exportación: mitigando riesgos y abriendo horizontes
Una estrategia fundamental a largo plazo para mitigar los riesgos inherentes a la dependencia de un solo mercado es la diversificación de los destinos de exportación. Si bien esto representa un desafío considerable, especialmente para las pymes, la exploración de mercados alternativos en América Latina, Europa (aprovechando acuerdos comerciales favorables) u otras regiones puede generar nuevas vías de crecimiento y estabilidad. Instituciones como Bancomext ofrecen programas diseñados para apoyar a los exportadores mexicanos en esta tarea.
Se aconseja a las pymes utilizar las herramientas y programas de Bancomext y la Secretaría de Economía para identificar mercados potenciales, comprender sus requisitos de acceso y adaptar sus productos y estrategias de comercialización a las particularidades de cada nuevo destino.
La capacidad de las pymes para identificar y capitalizar estas oportunidades emergentes en un contexto de desafío será determinante para su crecimiento y sostenibilidad a largo plazo. Es el momento de un análisis profundo, una innovación estratégica y una acción decisiva.